Cuando la mujer tiene un embarazo debe decidir si tiene la capacidad económica, la madurez y el deseo de llevar adelante esa nueva vida o no, y es la única que tiene y va a tener voz en esa decisión.
Pero de la misma forma, lo que se reclama es que el hombre también pueda decidir si tiene la capacidad económica, la madurez y el deseo de llevar adelante esa nueva vida o no. Esto implica dos pasos muy sencillos:
1. La mujer tiene obligación de informarle mientras todavía hay tiempo para realizar un aborto.
2. El hombre tiene que decidir si implicarse o no mientras todavía hay tiempo para realizar un aborto.
Si el hombre no desea implicarse, por el motivo que quiera, entonces comunicará su decisión a la mujer, que podrá tomar la decisión última que le parezca mejor.
Cuando la mujer tiene un embarazo debe decidir si tiene la capacidad económica, la madurez y el deseo de llevar adelante esa nueva vida o no, y es la única que tiene y va a tener voz en esa decisión.
Pero de la misma forma, lo que se reclama es que el hombre también pueda decidir si tiene la capacidad económica, la madurez y el deseo de llevar adelante esa nueva vida o no. Esto implica dos pasos muy sencillos:
1. La mujer tiene obligación de informarle mientras todavía hay tiempo para realizar un aborto.
2. El hombre tiene que decidir si implicarse o no mientras todavía hay tiempo para realizar un aborto.
Si el hombre no desea implicarse, por el motivo que quiera, entonces comunicará su decisión a la mujer, que podrá tomar la decisión última que le parezca mejor.