Hablas en todo momento de ofensa, pero nadie tiene un derecho intrínseco a no ser ofendido, lo que tiene es derecho a no ser agredido, que es muy distinto.
Controlar esos sentimientos es tan sencillo como entender que la gente puede opinar distinto a ti, y asumir que somos demócratas y respetamos la libertad de expresión. Y defender la libertad de expresión del que piensa igual que tú no vale nada. La libertad de expresión se defiende precisamente con el que no piensa igual que tú.
#15 Asumiendo las limitaciones, creo que solo una pequeña parte de la población está ahora mismo preparada para llevar una conversación al 100% sin filtros.
No nos han educado para eso.
Sobre lidiar con sentimientos negativos, la gente que los controla, ha aprendido algunos entre :
Conformarnos.
Manejar frustración.
Con la pérdida.
Pero respecto a la ofensa, no sólo no es que no se nos haya educado.
Es que se nos educa constantemente en el otro sentido.
Y lo poco que aprendemos a superar, es a tolerar las ideas contrarias.
Pero no las malas formas.
Ahora mismo estamos hablando cada uno defendiendo una idea diferente.
Y puedo hacerlo, porque no eres un desagradable.
Con las malas formas, me cierro en banda y no escucho lo que me quieren decir. Por interesante que sea.
Estoy limitado. Lo sé.
Ahora bien. Vuelvo al principio.
Poca gente es capaz de entablar una conversación 100% sin filtros.
Volvamos a la tierra en la época en que vivimos y actuemos según el contexto.
Como propongo en mi introducción.
#17 Pues me parece que éste es un buen sitio y un buen momento para empezar a practicar esto, y dejemos de contrbuir a esta sociedad de los ofendiditos, que estoy de acuerdo que es lo que se está fomentando. Sobre todo porque muchos estamos aquí precisamente porque hemos salido rebotados de otro sitio donde pecaban mucho de eso.
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Supongo que a muchos no nos han educado para no ofendernos.
Ni a controlar los sentimientos negativos que genera.
Hablas en todo momento de ofensa, pero nadie tiene un derecho intrínseco a no ser ofendido, lo que tiene es derecho a no ser agredido, que es muy distinto.
Controlar esos sentimientos es tan sencillo como entender que la gente puede opinar distinto a ti, y asumir que somos demócratas y respetamos la libertad de expresión. Y defender la libertad de expresión del que piensa igual que tú no vale nada. La libertad de expresión se defiende precisamente con el que no piensa igual que tú.
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No nos han educado para eso.
Sobre lidiar con sentimientos negativos, la gente que los controla, ha aprendido algunos entre :
Conformarnos.
Manejar frustración.
Con la pérdida.
Pero respecto a la ofensa, no sólo no es que no se nos haya educado.
Es que se nos educa constantemente en el otro sentido.
Y lo poco que aprendemos a superar, es a tolerar las ideas contrarias.
Pero no las malas formas.
Ahora mismo estamos hablando cada uno defendiendo una idea diferente.
Y puedo hacerlo, porque no eres un desagradable.
Con las malas formas, me cierro en banda y no escucho lo que me quieren decir. Por interesante que sea.
Estoy limitado. Lo sé.
Ahora bien. Vuelvo al principio.
Poca gente es capaz de entablar una conversación 100% sin filtros.
Volvamos a la tierra en la época en que vivimos y actuemos según el contexto.
Como propongo en mi introducción.