Algunas pinturas están conseguidas, otras no tanto.
La de Góngora es magistral, retrata perfectamente la personalidad que tenía esta persona.
En cambio el Caballero de la mano en el techo parece que tiene cierto retraso mental con la sonrisa que le han puesto.
Sí, sí, ya se, ya se..., tengo que dejar de leer tanto a Francisco Ibañez Talabera...
*
Algunas pinturas están conseguidas, otras no tanto.
La de Góngora es magistral, retrata perfectamente la personalidad que tenía esta persona.
En cambio el Caballero de la mano en el techo parece que tiene cierto retraso mental con la sonrisa que le han puesto.
Sí, sí, ya se, ya se..., tengo que dejar de leer tanto a Francisco Ibañez Talabera...