Al ver el tamaño ridículo en que se quedó el scroll al abrir la página, tuve que buscar un momento adecuado para dedicarle tiempo a su lectura. Telita la currada que te has pegao tito Macarti. Si es que no hay más sordo que el que no quiere oír!
Los poderosos siempre echan mano de todo a su alrededor para mantenerse en el poder, por muy inmoral y escatológico que parezca. Hace unos años, cuando fui consciente del engaño del contrato social, me escandalicé y eché pestes del uso de las instituciones para sus chanchullos. Hoy entiendo que las instituciones son sólo sus herramientas. Forman parte de su estrategia de dominación, más refinada y civilizada con el paso del tiempo, pero con el mismo objetivo que la espada. Muchos no creen que otra persona de su especie puede comportarse con tanta maldad, otros lo saben pero se resignan y la gran mayoría pasa. Y con semejante ejercito que sangra horchata no se puede ni siquiera plantear una guerra contra los que nos esclavizan. La conclusión a la que he llegado es que la mayoría de seres humanos están condicionados a servir esclavos. Por falta de valor, por comodidad, por desinterés.
Cada puesto de trabajo tiene sus pros y sus contras. Por circunstancias a veces nos vemos obligados a aceptar condiciones que nos sobrepasan, pero eso suele acabar petando por un lado o por otro. Muy a menudo unas buenas condiciones de trabajo compensan un salario modesto.