Como podemos comprobar en nuestro entorno económico del primer mundo, a estas alturas parece que sólo hay un pensamiento económico y político único y verdadero que se está aplicando, con más o menos intensidad, en todos los países de esta área de influencia, que es la doctrina neo-conservadora. Esta política económica profundamente reaccionaria, injusta, elitista a favor de los ricos, privatizadora de bienes públicos, está condicionando nuestras vidas sin que se divisen alternativas a corto plazo.
Leo con estupefacción que la nueva película de Fernando Trueba, La reina de España, secuela de una de sus mejores cintas, La niña de tus ojos, ha obtenido un rotundo fracaso en taquilla en el primer fin de semana de su estreno en los cines y, todo ello, al parecer, debido a un boicot y a una polémica que se ha hecho viral en las redes sociales después de que Trueba soltara hace unos meses, tras recoger el Premio Nacional de Cinematografía, la siguiente frase: “Nunca me he sentido español, ni cinco minutos de mi vida”.