#5 La versión femenina de la palabra machismo es hembrismo (ya que ese uso existe de forma extendida actualmente y ya desde hace varios años y por tanto forma parte del castellano actual). No cabe duda de que muchas hembristas y misándricas están en el movimiento feminista y, a día de hoy, son las que definen el movimiento Y consiguen leyes que pisotean al hombre: Beatriz Jimeno, Carmen Calvo, Irene Montero, Barbijaputa, Irantzu Varela, las towandas... son nombres que se me vienen a la cabeza pero, incluso aunque fueran minoría, son muchas y tienen influencia para crear daño social irreparable.
Estas tías, si se demuestra lo que tiene toda la pinta de ser la denuncia, solo se aprovechan de los privilegios que les ha conseguido el feminismo moderno infestado de hembristas.
Suma y sigue. Yo creo que estas se creyeron lo del 0,0000001% de denuncias falsas y se pensaron que aquí no iban a llamar la atención. A ver en qué queda al final pero, apestar, apesta como el demonio de la caca.
Y ahora nos toca esperar a ver qué sorpresas nos depara la villana a la que han puesto en el tan necesario ministerio de Igualdad.
No me cabe duda de que todavía hay franquistas en España. Pero si el franquismo no se muere en este país es porque la izquierda actual no le deja porque no le interesa, lo mismo que a la derecha le interesaba que ETA no desapareciera, y le interesa que los nacionalismos regionalistas sigan haciendo mucho ruido.
Toda esa zarandaja de la ruptura de la división de poderes sólo puede provenir del máster y la azarosa carrera de Derecho de Casado.
Yo no soy Casado.
Yo soy de izquierdas.
Me horroriza que los partidos se pasen por el forro la separación de poderes porque es lo que protege al ciudadano de los abusos de poder.
Ahora bien, no me sorprende que el panfleto ese defienda semejante aberranción digna de las dictaduras. No me soprende pero me da náuseas.
A partir de ahora el alquiler le saldrá gratis, la comida también, es más, es muy posible que le alegren la existencia quitándole toda necesidad de pagar nunca más por nada mediate una inyección mágica que usan en EE.UU..
Una prueba más de que el progresismo absurdamente obsionado con el supuesto racismo de los demás solo puede caer en el racismo. La puta manía de igualar la raza, el sexo y la orientación sexual o la identidad sexual, con carencia o tenencia de privilegios les lleva a señalar como pobrectio latino(americano) a un europeo cuya trayectoria vital ha estado siempre situada, como mínimo, en la clase media y que muchos blancorosados estadounidenses ya querrían para sí.
Conste que yo hace tiempo que sé que los estadounidenses no consideran blancos a los morenos del meditarréneo norte y sinceramente, me la pela.
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Estas tías, si se demuestra lo que tiene toda la pinta de ser la denuncia, solo se aprovechan de los privilegios que les ha conseguido el feminismo moderno infestado de hembristas.