Milei, un controvertido político argentino, es conocido por sus opiniones radicales y su retórica polarizadora y populista de extrema derecha. Su visita prevista a Alemania tenía como objetivo original mejorar las relaciones bilaterales y explorar oportunidades de cooperación económica. Argentina tiene muchas materias primas como el litio, que Alemania necesita con urgencia. Además, las conversaciones sobre un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y la asociación económica sudamericana Mercosur siguen estancadas.
Sin embargo, en Scholz y Milei se encuentran dos tipos de políticos completamente opuestos: aquí el pragmático tranquilo, allí el excéntrico ruidoso. Antes de Scholz, sólo unos pocos jefes de Estado y de Gobierno han recibido a Milei desde que asumió el cargo hace seis meses: el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el papa Francisco como jefe de Estado del Vaticano. Ya ha estado varias veces en Estados Unidos, pero sin cita previa en la Casa Blanca. En cambio, se reunió con el jefe de Tesla, Elon Musk, y con el expresidente Donald Trump, con quienes a menudo se le compara.
En este contexto, el anuncio de la visita a Alemania provocó un considerable resentimiento en diversos sectores de la sociedad alemana. Se organizaron manifestaciones para protestar por las opiniones y posiciones políticas de Milei.
Milei ya había llegado a Alemania el sábado por la noche. En Hamburgo fue honrado con la medalla de la Sociedad Friedrich August von Hayek, allí le recibieron la política del partido de ultraderecha alemán (AfD) Beatrix von Storch y el presidente de la institución ultra conservadora "Unión de Valores", Hans-Georg Maaßen. Cientos de personas se reunieron frente al lugar de la conferencia para manifestarse contra el mandaario argentino.
#1 Está noticia deja en muy, pero que muy mal lugar a Scholtz. Milei será todo lo impresentable que quieras, pero sigue siendo el máximo representante de Argentina en estos momentos. Ahora es el propio Scholtz quien no guarda las formas con un país extranjero.
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Milei, un controvertido político argentino, es conocido por sus opiniones radicales y su retórica polarizadora y populista de extrema derecha. Su visita prevista a Alemania tenía como objetivo original mejorar las relaciones bilaterales y explorar oportunidades de cooperación económica. Argentina tiene muchas materias primas como el litio, que Alemania necesita con urgencia. Además, las conversaciones sobre un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y la asociación económica sudamericana Mercosur siguen estancadas.
Sin embargo, en Scholz y Milei se encuentran dos tipos de políticos completamente opuestos: aquí el pragmático tranquilo, allí el excéntrico ruidoso. Antes de Scholz, sólo unos pocos jefes de Estado y de Gobierno han recibido a Milei desde que asumió el cargo hace seis meses: el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el papa Francisco como jefe de Estado del Vaticano. Ya ha estado varias veces en Estados Unidos, pero sin cita previa en la Casa Blanca. En cambio, se reunió con el jefe de Tesla, Elon Musk, y con el expresidente Donald Trump, con quienes a menudo se le compara.
En este contexto, el anuncio de la visita a Alemania provocó un considerable resentimiento en diversos sectores de la sociedad alemana. Se organizaron manifestaciones para protestar por las opiniones y posiciones políticas de Milei.
Milei ya había llegado a Alemania el sábado por la noche. En Hamburgo fue honrado con la medalla de la Sociedad Friedrich August von Hayek, allí le recibieron la política del partido de ultraderecha alemán (AfD) Beatrix von Storch y el presidente de la institución ultra conservadora "Unión de Valores", Hans-Georg Maaßen. Cientos de personas se reunieron frente al lugar de la conferencia para manifestarse contra el mandaario argentino.