Ese rincón mental privado
Hoy he leído este artículo en nuestro foro naranja favorito: "El coche como ansiolítico" old.meneame.net/story/coche-como-ansiolitico (recomiendo leerlo antes de seguir)
Hace poco subí el video de un coleccionista ( www.mediatize.info/tema/coleccionismo/eres-ninohombre-voy-reir-ti-caga ) donde dejó caer algo de suma importancia (lo digo con mis palabras): contó cómo sus partidas vespertinas de cartas online al magic le conseguían centrar mentalmente, restañando las heridas (sinsabores, presiones, tristezas, agobios, angustias...) que su labor profesional matutina como médico de familia en tiempos de pandemia le infligía.
Recuerdo una entrevista a un batería de un grupo estadounidense conocido que había montado un centro para niños desfavorecidos donde les enseñaba a tocar el instrumento y cómo esos momentos de concentración y demás causaban beneficios psicológicos en los chavales, como que la actividad les daba calma y les ayudaba a afrontar sus visicitudes diarias.
Es obvio que no pretendo hablar de las actividades concretas de conducir, jugar al magic o tocar la batería. Eso son sólo ejemplos que me sirven para montar el caso general, que no es más que decir que la mente humana necesita de esos momentos. ¿Esos momentos de qué, exactamente? Me cuesta definirlo. De concentración, de escape, de disfrute, de... Es difícil decirlo exactamente, lo que para uno es conducir para otro es jugar a videojuegos, para otro es pintar figuritas de plomo (o de plástico), para otro escalar paredes, para otro leer, para otro mirar cuadros... Llámalo hobby, pero, ¿qué se esconde tras un hobby? ¿No es, sino, la inherente necesidad humana de entregarse a algo? Tampoco es que sea sólo entrega, también es placer, también es admiración, también es creación (aunque no haya un fruto físico material fruto de la actividad), también es superación (mejorar en la actividad, aunque no siempre ése es el objetivo). Placer intelectual, principalmente, creo yo, incluso en los pasatiempos físicos.
Como colofón, sólo decir que en estos tiempos en los que nos ha tocado vivir, dedicarle un poquito de tiempo a nosotros mismos, es una buena inversión.
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