Creaciones literarias, adaptaciones y Rosita la Soltera
El otro día entré a “Menéame” y, por casualidad, caí en un envío que hablaba de una entrevista que la SER hizo a Pablo Remón, el autor de “Doña Rosita, anotada”; una adaptación de “Doña Rosita la Soltera, o el Lenguaje de las Flores”, de Federico García Lorca.
lab.meneame.net/m/cultura/dona-rosita-ni-solterona-ni-fracasada
En realidad, dicha adaptación y la entrevista de la SER tienen fecha de 2019. Con menos fundamento se han tumbado envíos por “antigua”, aunque iba en Cultura (se ve que Ripio no depreda en este SUB); pero este dato es lo de menos para mi TRIBUNA.
Resulta que el autor presenta a Rosita, no como una víctima de los prejuicios de la sociedad de su tiempo y la falta de perspectivas de la mujer de entonces - aparte del matrimonio, el convento y poco más – sino como, según palabras de la SER “La Rosita de Pablo Remón no es una víctima, no es una fracasada, ella decide libremente esperar a aquel chico que no volverá nunca "
Un usuario comentó su desacuerdo con la “manía con triturar las grandes obras de la Literatura reinterpretando con nuestro wishfull [sic] thinking y no con la idea del autor”
A lo que otro le respondió: “nos la suda la idea del autor ni lo que pienses tú de que es malo reinterpretar, está en dominio público y se puede hacer lo que nos salga de los huevos. La obra original sigue ahí, si te molesta te vas a una obra que la respete”
Recapacitemos: nadie discute que, cuando una obra o una figura literaria ha pasado a ser del dominio público, cualquier persona pueda utilizarla en pastiches, parodias, continuaciones, etc. Incluso aunque el personaje sea ridiculizado, o la adaptación sea una mierda.
Pero, al menos según mi opinión, lo legal no equivale a lo correcto y adecuado. Y recientemente vemos, cada vez más, cómo escritores de teatro, cine o libros, se apropian de un personaje o una obra - desvirtuando absolutamente la intención del autor - con fines ideológicos y, evidentemente, comerciales: aprovecharse de una corriente actualmente de moda y obtener subvenciones, ganar más dinero, lograr fama, aunque su producto sea de una calidad muy inferior.
Y pongo algún ejemplo: en "Oliver Twist", el personaje de Fagin, el judío, es presentado como alguien absolutamente despreciable, al que Charles Dickens dota de todos los estereotipos de la sociedad británica del siglo XIX sobre los judíos. No entro sobre si Dickens era personalmente antisemita (que creo que no) o se vio obligado a asumir ese papel por las leyes no escritas de complacer a sus potenciales lectores.
En 1968 Richard Lester rueda una película musical ("Oliver") donde Fagin es un personaje relativamente simpático que, al final, incluso se redime y se salva. Pero en la novela de Dickens el tema del antisemitismo es absolutamente marginal (la mayoría de malvados son anglosajones) y que Fagin aparezca majete no cambia el mensaje de denuncia social.
¿Hubiera sido legal si alguien escribe una obra en 1948 que, aprovechando la ola de simpatía por las víctimas del Holocausto, presentase a Fagin como al salvador de Oliver, su protector, y al final de la novela lo adoptase? Hombre, legal sí, pero apestaría a propaganda...
Recientemente, se han publicado en las redes sociales muchos pastiches de Harry Potter en los que se transforman los personajes como de género no binario, ideología identitaria, etc. Ni siquiera se molestan en cambiar los nombres. Cuando J. K. Rowling dijo que sus personajes no eran así (no puso ninguna denuncia, pese a que los personajes creados por ella no son de dominio público), le llovieron miles de denuncias en redes sociales e intentos de cancelaciones porque "era "tránsfoba"; porque, según decían, "los personajes pertenecen a sus fans"
Podríamos seguir... y no sólo desde la izquierda, por supuesto. Pero volvamos a García Lorca.
¿Es legal que Pablo Remón escriba una obra en la que Rosita aparece como una mujer empoderada, que decide quedarse soltera porque se enfrenta a la sociedad de su tiempo? Por supuesto. ¿Puede tener calidad literaria? Indudablemente. ¿Debemos celebrar estas tergiversaciones de los personajes y las obras de grandes autores, cuando anulan incluso el sentido y mensaje original? Permítanme que lo dude. Sobre todo si solo se atiende al mensaje ideológico actual, y no al contexto de la época.
“Rosita la Soltera”, y su protagonista, son obras cumbre de la Literatura Española; parte indivisible de ello es la denuncia social que hace García Lorca sobre una sociedad y un momento en la que una mujer que “se ha echado” un novio debe esperarle, está marcada por prejuicios negativos, y no tiene libre elección de su futuro ni su vida.
Legalmente, puedes hacer un comic en el que Rosita aparezca como una Superheroína que reparta galletas como panes a los hombres y las beatas de su ciudad, y acabe matando al Superboss que resultaría su primonovio.
Pero, amigo, no me lo intentes colar como una obra que puede sustituir a la original con ventaja; y mucho menos que debe recibir ayudas y subvenciones públicas.
Permítanme una exageración: García Lorca fue asesinado por (entre otras cosas) esas críticas a la sociedad donde Rosita no puede cambiar sus opciones. Hacer de su personaje alguien que lo hace por propia elección es decir que su muerte fue en vano.
A ver… Pablo Remón, puedes hacer un personaje parecido, casi igual, con unas vivencias muy parecidas… pero no le llames “Rosita la Soltera”, no te intentes aprovechar del tirón mediático de García Lorca y llevarlo a tu ideología.
Claro que, entonces, no hubieras ido a la SER