Estaré yo equivocado, seguramente. Pero me suena que el gitano que quiere estudiar, estudia. Y el que quiere trabajar, trabaja. Sin duda, en muchas de sus comunas no está bien visto hacer eso, pero ya es poco frecuente el castigo que antes estilaban, sobre todo a las mujeres. Me da que el problema no es tanto poder.
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