La narración da para la subtrama de una película. Y es una doble fortuna que Vidal Quadras sobreviviera. Primero, porque sigue vivo y eso ya es en sí mismo una buena noticia. Segundo, porque se va a poder investigar mucho y él podrá hablar. De haber muerto, toda la escombrera intelectual habría acusado a "la izquierda", como aquel infausto 27 de febrero de 1933 en Berlín.
Allí el canciller sólo cerró las Cortes una vez.