Tras sonsacarles imágenes de carácter sexual, los amenazaba con difundir tales contenidos a familiares y conocidos si no pagaban. Con una enorme pericia y escasos recursos, básicamente un smartphone con una 'app' de montaje fotográfico y un dispositivo tecnológico de iluminación selfie, había creado una imagen ficticia de sí misma, presentándose en redes sociales con un cuerpo irreal, obra de la inteligencia artificial. La operación 'Curvas'.