Menudo espectáculo lamentable están dando con este tema. En lugar de priorizar los problemas de la sociedad, y más en estos tiempos de inflación y subida espectacular de las facturas más imprescindibles, están repartiendo los presupuestos de todos los ciudadanos de forma arbitraria. Y pensar que aún hay muchos que permanecen con la boca callada ante este atropello...
¿Y el idioma el de los regionalismos?
"A enemigo que huye, puente de plata".