20.000 niñas violadas en grupo y de manera violenta, casi todas de familias desestructuradas por adicciones y algunas tuteladas por el estado. Todas blancas. Algunas, asesinadas por la brutalidad de las prácticas. Otras para evitar que testificasen. No voy a decir que echo en falta las denuncias de las feministas institucionales que sí opinan sobre Musk o Trump porque estaría mintiendo: de esas hijas de puta sólo espero que sigan calladas.