#4 Yo también fui profesor de informática para chavales, el típico profesor molón que enseña juegos y de todo un poco con tal de no aburrirlos con el office. Mi experiencia es que si eres guay vives mejor, pero los chavales no sé si sacan mucho provecho la verdad.
También tengo que reconocer que me ayudo a comprender que la paternidad no es para mi.
#6 yo no iba de profesor molón. Los primeros diez minutos de clase explicaba en qué consistía la práctica de ese día. Luego tenían cincuenta minutos para terminarla. Quien terminaba antes podía jugar o meterse en Internet. Yo revisaba la práctica antes de darles permiso. Así que enseguida aprendieron a hacer las cosas bien de primeras y en el menor tiempo posible. Y por supuesto a atender los diez primeros minutos para comprender bien lo que yo les pedía hacer.
No hace falta ser la señorita Rotenmeyer para que los niños se porten disciplinadamente. Solo hay que habla tocar las teclas adecuadas.
Me gustaba mucho ese trabajo pero lo dejé porque pagaban por horas y no me merecía la pena. Además yo me encariñaba mucho con los niños y los abrazaba y los trataba como si fuesen míos. Esto fue hace 20 años. Hoy en día seguro que tendría problemas. El propio inconformista ya lo ha dicho más de una vez que los niños no se tocan. Cero contacto físico.
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También tengo que reconocer que me ayudo a comprender que la paternidad no es para mi.
No hace falta ser la señorita Rotenmeyer para que los niños se porten disciplinadamente. Solo hay que habla tocar las teclas adecuadas.
Me gustaba mucho ese trabajo pero lo dejé porque pagaban por horas y no me merecía la pena. Además yo me encariñaba mucho con los niños y los abrazaba y los trataba como si fuesen míos. Esto fue hace 20 años. Hoy en día seguro que tendría problemas. El propio inconformista ya lo ha dicho más de una vez que los niños no se tocan. Cero contacto físico.