Vean los semblantes de los consejeros. No hay ninguno que tenga una pinta normal, la mayoría parece que acaban de salir de un psiquiátrico tras 20 años de confinamiento. Se les nota la maldad en el rostro y el sufrimiento tan extremo que tuvieron que padecer durante la infancia. También se ve a la legua los que son de Podemos, por la pinta de guarro que gastan.
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