China ya no es un país con mano de obra barata. Las empresas que buscan mano de obra barata se van a India o Vietnam.
China es un país que aglomera una barbaridad de industrias con sus consiguientes subsidiarias de manera tal que logísticamente te lo pone muy fácil. Fabricas pantalones y justo al lado tienes la fábrica de tela, la de tinte, la de botones... Y no una, sino varias que compiten entre sí. Una magnífica red logística para distribuir tu mercancía por el mundo. Un nivel de productividad y de capacidad de producción abrumador, entre otras cosas, por la modernización de sus infraestructuras, comunicaciones y sistemas productivos que van a la vanguardia. Y un "know how" inigualable en casi cualquier ámbito de la producción.
Control de materias primas esenciales, garantía de suministro energético, mucho dinero para invertir tanto público como privado y un mercado interno inmenso.
Todo esto hace que pueda seguir siendo mucho más rentable que otros países más baratos.
Técnológicamente están por delante en coches eléctricos, baterías, redes inalámbricas, drones, sistemas de construcción de infraestructuras, robótica...
El tercer mundo vaya.