#8 Mañana mismo hablo con mi vecino, le tiro un cable con un contador, y apalabramos un precio con un apretón de manos. ¿Necesitamos algún tipo de regulación extra?
No ya con el Código Civil, es que podemos funcionar con las leyes de los romanos.
#10 Ni de la red pública, ni de la red privada. En el momento en que tire el cable a la casa del vecino, paso a ser un operador sometido a la regulación de la CNMC, el Ministerio de Industria, la Consejería de Energía y la Concejalía de Medio Ambiente. Y reza para que no se apunte al carro algún observatorio chorra, o alguna agencia estúpida.
O lo que es lo mismo, que para darle ese apretón de manos al vecino, antes tengo que haber invertido una inmensa cantidad de tiempo, dinero y trabajo en ponerme a bien con el Gran Planificador. Tiempo, dinero y trabajo que hubieran beneficiado mucho más a la sociedad si los hubiera dedicado a poner más placas, más baterías y más anuncios para atraer clientes.
Es más, si echas las cuentas, lo más barato es sobornar. El incentivo es conseguir pasta suficiente como para sobornar a políticos y funcionarios (todo legal), para acto seguido buscar que te protejan con una bonita relación simbiótica. Que si hay algo a lo que todo empresario tiene miedo, es a la competencia del libre mercado.
*
Haces bien en independizarte de este latrocinio institucional, si puedes, es el camino.
Cada día tengo más claro que hay que salirse de un sistema parásito y lesivo para el ciudadano
No ya con el Código Civil, es que podemos funcionar con las leyes de los romanos.
*
O lo que es lo mismo, que para darle ese apretón de manos al vecino, antes tengo que haber invertido una inmensa cantidad de tiempo, dinero y trabajo en ponerme a bien con el Gran Planificador. Tiempo, dinero y trabajo que hubieran beneficiado mucho más a la sociedad si los hubiera dedicado a poner más placas, más baterías y más anuncios para atraer clientes.
Es más, si echas las cuentas, lo más barato es sobornar. El incentivo es conseguir pasta suficiente como para sobornar a políticos y funcionarios (todo legal), para acto seguido buscar que te protejan con una bonita relación simbiótica. Que si hay algo a lo que todo empresario tiene miedo, es a la competencia del libre mercado.