#6 Confiemos en el gran planificador. El mismo que nos coló la actual regulación porque era buena para las energías renovables. Los mismos señores que decidieron prohibir la construcción de nucleares, y respaldar el chiringuito con gas natural. Los mismos que gobiernan el sector hidroeléctrico, por tratarse de concesiones públicas hiperreguladas y de las que el estado extrae pingües beneficios. Los mismos que, cuando acaba su mandato, se jubilan cómodamente como figurantes de un oligopolio eléctrico al que el estado protege de la competencia y las reglas del mercado.
Claro, puedes ignorar todo esto diciendo que es propaganda fascista-neoliberal. Lo que no puedes es dejar de pagar la factura de la luz, o pagarla a golpe de relato e ideología. Tampoco puedes impedir que yo invierta mis buenas perras en independizarme de la puta red eléctrica, y mandarles a todos a tomar por culo.
No todos tienen la suerte de poder mandar a tomar por culo al gran planificador. Hay quien vive de alquiler, hay quien vive en un bloque de pisos, hay quien se muda a menudo, hay quien no tiene dinero para montar el chiringuito (paneles, baterías, generador de respaldo, mantenimiento, etc). A toda esa gente yo les mando thoughts and prayers, y les deseo buena suerte con la última ocurrencia del gran planificador. Seguro que esta nueva regulación va a ser la buena y la definitiva.
PD: Como tienen a los señores con pistola, nada impide que mañana no me confisquen la instalación eléctrica, en todo o en parte. No es necesario que vengan y me la arranquen del tejado; basta con que se monten algún circunloquio legal para sacarme los cuartos. No sé, yo puedo decir que la luz solar es como el agua: un bien público por cuya utilización debemos de pagar al Estado. ¿Ves qué fácil?
#8 Mañana mismo hablo con mi vecino, le tiro un cable con un contador, y apalabramos un precio con un apretón de manos. ¿Necesitamos algún tipo de regulación extra?
No ya con el Código Civil, es que podemos funcionar con las leyes de los romanos.
#10 Ni de la red pública, ni de la red privada. En el momento en que tire el cable a la casa del vecino, paso a ser un operador sometido a la regulación de la CNMC, el Ministerio de Industria, la Consejería de Energía y la Concejalía de Medio Ambiente. Y reza para que no se apunte al carro algún observatorio chorra, o alguna agencia estúpida.
O lo que es lo mismo, que para darle ese apretón de manos al vecino, antes tengo que haber invertido una inmensa cantidad de tiempo, dinero y trabajo en ponerme a bien con el Gran Planificador. Tiempo, dinero y trabajo que hubieran beneficiado mucho más a la sociedad si los hubiera dedicado a poner más placas, más baterías y más anuncios para atraer clientes.
Es más, si echas las cuentas, lo más barato es sobornar. El incentivo es conseguir pasta suficiente como para sobornar a políticos y funcionarios (todo legal), para acto seguido buscar que te protejan con una bonita relación simbiótica. Que si hay algo a lo que todo empresario tiene miedo, es a la competencia del libre mercado.
Claro, puedes ignorar todo esto diciendo que es propaganda fascista-neoliberal. Lo que no puedes es dejar de pagar la factura de la luz, o pagarla a golpe de relato e ideología. Tampoco puedes impedir que yo invierta mis buenas perras en independizarme de la puta red eléctrica, y mandarles a todos a tomar por culo.
No todos tienen la suerte de poder mandar a tomar por culo al gran planificador. Hay quien vive de alquiler, hay quien vive en un bloque de pisos, hay quien se muda a menudo, hay quien no tiene dinero para montar el chiringuito (paneles, baterías, generador de respaldo, mantenimiento, etc). A toda esa gente yo les mando thoughts and prayers, y les deseo buena suerte con la última ocurrencia del gran planificador. Seguro que esta nueva regulación va a ser la buena y la definitiva.
PD: Como tienen a los señores con pistola, nada impide que mañana no me confisquen la instalación eléctrica, en todo o en parte. No es necesario que vengan y me la arranquen del tejado; basta con que se monten algún circunloquio legal para sacarme los cuartos. No sé, yo puedo decir que la luz solar es como el agua: un bien público por cuya utilización debemos de pagar al Estado. ¿Ves qué fácil?
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Haces bien en independizarte de este latrocinio institucional, si puedes, es el camino.
Cada día tengo más claro que hay que salirse de un sistema parásito y lesivo para el ciudadano
No ya con el Código Civil, es que podemos funcionar con las leyes de los romanos.
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O lo que es lo mismo, que para darle ese apretón de manos al vecino, antes tengo que haber invertido una inmensa cantidad de tiempo, dinero y trabajo en ponerme a bien con el Gran Planificador. Tiempo, dinero y trabajo que hubieran beneficiado mucho más a la sociedad si los hubiera dedicado a poner más placas, más baterías y más anuncios para atraer clientes.
Es más, si echas las cuentas, lo más barato es sobornar. El incentivo es conseguir pasta suficiente como para sobornar a políticos y funcionarios (todo legal), para acto seguido buscar que te protejan con una bonita relación simbiótica. Que si hay algo a lo que todo empresario tiene miedo, es a la competencia del libre mercado.