Hasta en esto tergiversa la realidad esa cloaca de propagandistas católicos. La industria europea anda perdida con sus productos y sólo les queda apelar a la nostalgia reciclando el nombre comercial de un mito para los nuevos engendros eléctricos que hacen. Renault ha reutilizado el 4 para ese nuevo bodrio con pantallas porque con otro nombre pasaría desapercibido.