El problema de la diversidad en el campus | Newsweek [ENG]
Las palabras "diversidad, equidad e inclusión" suenan justas, y a menudo las apoyan personas bienintencionadas, pero sus efectos son lo contrario de los sentimientos nobles. Lo más importante es que "equidad" no significa trato justo e igualitario. La DEI pretende aumentar la representación de algunos grupos mediante la discriminación de los miembros de otros grupos. La premisa subyacente de la DEI es que cualquier diferencia estadística entre la representación de los grupos en el campus y las medias nacionales refleja una injusticia sistémica y una discriminación por parte de la propia universidad. La magnitud de las distorsiones es significativa: en algunas búsquedas de empleo, la discriminación llega al nivel de excluir implícita o explícitamente a los solicitantes de determinados grupos.
La DEI viola el principio ético y jurídico de la igualdad de trato. Implica tratar a las personas como miembros de un grupo y no como individuos, repitiendo el error que hizo posibles las atrocidades del siglo XX. Exige estar dispuesto a decirle a un solicitante "ignoraré tus méritos y cualificaciones y te denegaré la admisión porque perteneces al grupo equivocado, y he definido un objetivo social más importante que lo justifica". Trata a las personas como meros medios para un fin, dando primacía a una estadística sobre la individualidad de un ser humano.
