#67 Qué orejas más grandes tienes!! le dijo el burro al caballo.
La primera que viene dando lecciones de lo que debe hacer el niño y sus padres (prejuzgando sin saber) eres tú, eso si es de primero de cuñada !
Cito:
"¿Son más importantes sus sentimientos que mi derecho a la libertad de expresión?"
"Para enfatizar esta idea, su discurso se centró en que "él respeta las banderas o símbolos" asociados al colectivo LGTBI, y no se había quejado nunca. "Creo que todos merecemos expresarnos", añadió."
"Afortunadamente, mi padre, que apoya mis decisiones, vino a buscarme. ¿Qué decía mi camiseta? Cinco palabras simples: sólo hay dos géneros. Nada dañino. Nada amenazante. Solo una declaración que creo que es un hecho", finalizó Morrison.
Ni nadie le tiene que partir la cara, ni prejuzgar a sus padres ni al niño por pensar distinto y mucho menos tratar de conculcar su libertad de expresión.
#73 Afortunadamente, tú no marcas los límites de la libertad de expresión.
Estás equivocada, la libertad de expresión no acaba si alguien se "siente ofendido" por tus ideas.
Para poder tener un pensamiento crítico hay que arriesgarse a ofender pero llamar a alguien tóxico, por ejemplo, ya es simplemente descalificar.
#74 Yo no marco nada, es el propio colegio el que lo manda para casa, los colegios son para aprender, no para que tu hijo pueda menospreciar a las minorías, vuestra basura mejor dejarla fuera de los colegios.
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La primera que viene dando lecciones de lo que debe hacer el niño y sus padres (prejuzgando sin saber) eres tú, eso si es de primero de cuñada !
Cito:
"¿Son más importantes sus sentimientos que mi derecho a la libertad de expresión?"
"Para enfatizar esta idea, su discurso se centró en que "él respeta las banderas o símbolos" asociados al colectivo LGTBI, y no se había quejado nunca. "Creo que todos merecemos expresarnos", añadió."
"Afortunadamente, mi padre, que apoya mis decisiones, vino a buscarme. ¿Qué decía mi camiseta? Cinco palabras simples: sólo hay dos géneros. Nada dañino. Nada amenazante. Solo una declaración que creo que es un hecho", finalizó Morrison.
Ni nadie le tiene que partir la cara, ni prejuzgar a sus padres ni al niño por pensar distinto y mucho menos tratar de conculcar su libertad de expresión.
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Estás equivocada, la libertad de expresión no acaba si alguien se "siente ofendido" por tus ideas.
Para poder tener un pensamiento crítico hay que arriesgarse a ofender pero llamar a alguien tóxico, por ejemplo, ya es simplemente descalificar.