Lo de los falsos promotores, que forman cooperativas para transferir riesgo y no son más que mafiosos del mundo de la vivienda es acojonante. Y más en el mundo de la vivienda protegida. Se saben impunes y actúan como tales. Si les crujen, tienen responsabilidad limitada, dan quiebra, abren otra gestora con otro nombre, untan al politico/terrateniente de turno, y a seguir la rueda.
Asco de gente...