Iglesias, Afinogenova, Zugastti, Arroyo y Levin pueden estar tranquilos, no son el blanco de nadie. Quizás Iglesias cuando fuera vicepresidente estaba más en la diana, pero si la gente no le ha pedido responsabilidades por el genocidio de las residencias, mucho menos ahora que ha pasado a la clandestinidad y a ducharse una vez cada año.