Luego llegan unas elecciones europeas y los ciudadanos votan a su líder favorito, como mandan las televisiones. Recuerdo con respeto cuando franceses y holandeses votaron no a esa mierda de constitución europea que habían escrito los gringos y habían presentado sus mancebos europeos, que ufanos, estaban convencidos de hacer tragar a todos. Y recuerdo el gesto bobalicón de Zapatero vendiendo esa milonga.