Gracias a Vox la extrema derecha no gobierna
Vox es el principal responsable de que la extrema derecha no esté en La Moncloa. Esta paradoja se explica fácilmente: la posibilidad de que haya ministros de educación o interior de Vox, genera un pánico superlativo en la gente que se ubica entre el centro y la izquierda, y todos sabemos que si PP y ellos suman, los habrá. Si Vox no existiera, el PP ya gobernaría con mayoría absoluta, y no sólo porque la concentración del voto en un solo partido da más escaños, sino porque la extrema derecha que ahora está en Vox y que es imposible diferenciar de gente como Ayuso, estaría integrada en los cuadros del PP (como lo estaban antes de que Vox naciera) y no llamaría la atención durante la campaña electoral, evitando así generar el terror que Vox provoca y desactivando la movilización de voto centrista e izquierdista que elección tras elección evita que Feijoo gobierne. Las motivaciones de este terror, más que fundado, son, entre otras:
-El fomento abierto de la privatización y destrucción de servicios públicos y pensiones que caracteriza a Vox www.eleconomista.es/economia/noticias/9820347/04/19/La-propuesta-de-Vo
-Sus continuas apelaciones a la prohibición del aborto elpais.com/espana/2023-01-19/vox-se-opone-a-que-la-mujer-pueda-decidir
-Su negación del derecho a la libertad religiosa de los españoles no cristianos, instando el cierre de mezquitas www.europapress.es/nacional/noticia-vox-no-consigue-apoyos-congreso-in
-Sus quejas por la incorporación de la mujer al mercado laboral sin pensar en que ante todo deben ser madres www.elnortedecastilla.es/castillayleon/candidata-pp-ursula-von-der-ley
-Su reivindicación permanente de que España recupere sus "raíces cristianas" www.orm.es/noticias-2024/vox-defiende-la-identidad-cristiana-de-europa en un contexto donde, aparte del atentado contra principios elementales del Estado democrático como la laicidad que supone su propuesta, todos sabemos que la concepción que Vox tiene del cristianismo es la misma que la de Blas Piñar: el obrero a callar, tragar y dejarse explotar para ir al cielo, y los prebostes nacionalcatólicos a vivir como Dios en la tierra (y, por supuesto, todo lo que contradiga el credo está prohibido).
-El hecho de que voten sistemáticamente contra cualquier ley que implique una mejora de los derechos sociales y laborales de la gente (subida del SMI, reforma laboral...) o un incremento de la presión fiscal a quienes más tienen www.eldiario.es/economia/pp-vox-rechazan-congreso-impuestos-electricas
¿Es suficiente el miedo que provoca Vox entre la gente decente para evitar un gobierno de la ultraderecha? De momento sí, pero por los pelos y dando lugar a victorias pírricas de izquierda y centro izquierda que les hacen depender de partidos abiertamente derechistas como PNV o Junts. Con esa aritmética parlamentaria es muy difícil sacar leyes ambiciosas en materia social (algo que ya de por sí le molesta bastante al PSOE incluso cuando tiene la mayoría para hacerlo) y el gobierno pierde credibilidad cada día que pasa. Las caras visibles y actitudes de los partidos de izquierda y centro izquierda no ayudan demasiado a mejorar esta situación.
Empezando por el PSOE, lo de Begoña Gómez no es delictivo, pero sí impresentable. La mujer de la cabeza de la Administración General del Estado no puede firmar cartas de recomendación para que empresas vinculadas a ella participen en concursos públicos de esa Administración General. No creo que sea delictivo porque, cuando de verdad se pretende amañar un concurso (véanse la Gurtel y otras tramas corruptas del PP) no se mandan cartas que acaban incorporándose a expedientes públicos. En esos casos se hacen llamadas o, como hizo Teodoro García Egea cuando quiso un trato especial para su familiar en un hospital público murciano, se mandan whatsapp privados al presidente autonómico www.infolibre.es/politica/familiar-garcia-egea-atendido-cardiologo-hor
En el caso de Begoña, se aplicó la lógica cortijera que lleva siglos pudriendo las administraciones españolas, según la cual si dices (como quien no quiere la cosa) que conoces al primo o al hermano del jefe, hay muchas posibilidades de que te traten mejor aunque el primo o el hermano no lleguen a hablar con el jefe ni el jefe llegue a dar orden alguna a ese respecto. No es delictivo, pero es absolutamente impresentable, y la nula autocrítica del PSOE lo debilita en un contexto donde la ley de amnistía ya ha tocado la fibra sensible de muchos de sus potenciales votantes, máxime cuando los líderes de Junts salen en televisión diciendo que "nosotros no hemos pedido perdón al Estado, sino el Estado a nosotros". hace falta legislar para evitar este tipo de conductas vergonzosas (de hecho, en los países civilizados de nuestro entorno existen estatutos del cónyuge del primer ministro o del jefe del Estado que regulan su estatus e imponen prohibiciones expresas respecto de conductas como la de Begoña).
Si nos vamos a Podemos, el panorama es desolador. El otro día, en el debate de las europeas de TVE la mujer del Amado Líder se limitó a repetir los dos eslóganes que le habían escrito y, cuando alguien como el candidato de Ciudadanos (formado y hábil, debo admitirlo) le planteaba argumentos para contradecir tales eslóganes, ella replicaba tonterías como que le estaba haciendo mansplaining o que en las guerras gana el más fuerte pero en los acuerdos no. Esta última estupidez me dejó de piedra, pues cualquiera con dos dedos de frente sabe que tanto en las guerras como en los "acuerdos" el fuerte impone sus condiciones al débil, y la única forma de conseguir acuerdos justos es equiparando las fuerzas, cosa que en el contexto de Ucrania sólo puede lograrse generando una fuerza militar que desangre al ejército ruso en el campo de batalla (la alternativa es que, después de tomar Ucrania y poner un gobierno títere, Putin vaya a por Georgia, Moldavia...cosa que ya habría hecho hace meses si Occidente no hubiese apoyado a Ucrania). Y, evidentemente, las posibilidades de que eso derive en una guerra nuclear son nulas, pues quien usa un arma de ese tipo sabe que será borrado del mapa en las horas siguientes, y Putin jamás sacrificaría toda Rusia (y su propia vida) porque no le permiten invadir un país soberano.
En el tema de la inmigración ilegal, Montero también estuvo sembrada. Pocas cosas son tan insultantes para los vecinos de un barrio humilde con un índice alto de delincuencia, como ser llamados racistas si se quejan de que parte de los que trapichean, roban, provocan peleas, vociferan hasta las tantas de la madrugada en la calle y en definitiva empeoran sensiblemente su seguridad y su calidad de vida, son personas que no deberían estar aquí porque entraron ilegalmente. Y si encima quien te llama racista es una pijoprogre que vive en un chalet de lujo, la cosa es todavía más sangrante. El otro día escuché una entrevista a Otegi en Público porque, dejando aparte el tema de los presos de ETA, sus opiniones suelen tener un altísimo nivel de sentido común. Y decía Otegi que, ante todo, hay que trabajar por el desarrollo de los países de donde vienen estos seres humanos para evitar que se vean obligados a abandonarlos, y que el dogmatismo del "fronteras abiertas y papeles para cualquiera que venga" está desangrando a la izquierda y fortaleciendo a la extrema derecha. Porque ese dogmatismo suele derivar en que se deje entrar a la gente pero, a renglón seguido, se la abandone a su suerte, forzando a personas decentes que buscaban una vida mejor a acabar delinquiendo para sobrevivir.
Hay que dar todos los derechos y toda la protección a la gente que entre legalmente. Y hay que ser lo más generosos a la hora de dar asilo y permitir la entrada de personas en situación de vulnerabilidad, pero siempre con control y garantizando que cada persona que entre va a contar con el acompañamiento que evite su desarraigo. Lo contrario generará un problema objetivo que Montero negará cerrilmente y la extrema derecha magnificará para ganar votos (y le está yendo genial esa estrategia). Pero la solución no está en rechazar dogmáticamente la existencia del problema, porque ello no evitará que siga existiendo. La solución está en tratarlo y solventarlo.
Y luego está Sumar (partido al que votaré mañana porque me parece lo menos malo). Su fuerza se encontraba en que, a diferencia de la secta que hoy es Podemos, iba a convertirse en un foro plural donde las diferentes sensibilidades de la izquierda colaborasen para conseguir una España justa y democrática. El ninguneo a determinados actores como IU y la concentración de poder en torno a Yolanda Díaz y su núcleo me están trayendo malos recuerdos de las purgas en Podemos. Y esas malas prácticas están empezando a tener reflejo en las urnas. Compartir el poder y abrir los proyectos a todo el mundo que pueda aportar, aun a riesgo de dejar de ser el líder, es un gesto de nobleza y altura de miras que Iglesias nunca tuvo y, por ello, hundió a su partido. Parece que Díaz tampoco se atreve a tenerlo, y el tiempo se le acaba.
En fin, el ultra creador de fake news Alvise ha montado un partido chiringuito que, si consigue escaños en las europeas, podría expandirse a nivel nacional. Una buena noticia en la medida que atomizará todavía más el voto de la derecha. Porque como tengamos que esperar a que la izquierda esté a la altura de las circunstancias, vamos listos.
