#1 Esa lección de vida uno la aprende de adolescente, cuando el armario empotrado del portero de discoteca abusón no te deja pasar a ti mientras ves como al resto si, y decides con todas tus fuerzas que te proporcionan metro y medio de estatura y 60gk de peso soltarle un puñetazo ... Si, el puñetazo se lo lleva, aunque tu vuelves a casa en camilla y sin poder moverte los siguientes cuatro meses.
Ahí aprendes duramente que nunca tienes que tocarle los cojones a alguien mucho más grande y fuerte que tu.
Ahí aprendes duramente que nunca tienes que tocarle los cojones a alguien mucho más grande y fuerte que tu.