El peligroso avance del pensamiento dogmático y la involución de las sociedades democráticas
La regulación del aborto en la mayoría de países de la Europa occidental es muy parecida, y responde a una ponderación racional de los bienes jurídicos en juego. Es obvio que un feto aún no antropomorfo y que no puede sentir dolor no es una persona humana. Pero cuando ese feto evoluciona, sus órganos existen aunque no estén plenamente desarrollados y su sistema nervioso le hace sentir, se vuelve un ser vivo digno de protección pese a seguir sin ser una persona humana, y el Derecho debe impedir que se le elimine sin restricción alguna. Es ahí donde deben valorarse factores como los que recogen…