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La Piedra de Scone, del Destino, o Piedra de la Coronación: qué es, dónde está, y para qué c**o sirve

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La Piedra del Destino, de la Coronación, o Piedra de Scone, es una piedra de arenisca de 66 x 42 x 27 cm y unos 150 kg de peso que se emplea en la coronación de los reyes ingleses desde hace siglos. (NOTA: No es por ser malo… pero ya la están desempolvando)...

Se conoce, como dato exacto, que el rey Eduardo ILongshanks” (“Patas Largas”), también llamado “Martillo de Escoceses”, consiguió (NOTA: Los escoceses dicen “robó”) la piedra - hasta entonces guardada en la Abadía de Scone (actualmente Palacio de Scone) – tras la batalla de Dunbar, en 1296.

Se sabe de cierto que hasta esa fecha la piedra había “participado” en la coronación de muchos reyes escoceses (dicen que 34, desde Kenneth I, que la trajo en 846, hasta John Balliol, en 1292) y desde entonces en la de los reyes ingleses, hasta su última “aparición” en la Coronación de Isabel II, en Julio de 1953.

¿De dónde viene la Piedra?

Pues nos movemos entre el Mito y la Leyenda. (NOTA: O sea... créanse poco de lo que sigue) Se cuenta que se trata de la piedra donde Jacob recostó su cabeza durante el sueño en el que vio la famosa “Escalera de Jacob”:

"Jacob salió de Berseba y fue a Jarán. Llegando a cierto lugar, se dispuso a hacer noche allí, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso por cabezal, y acostóse en aquel lugar." (Gen 28: 10-11)

(NOTA: ¿Les he contado ya que se trata de un pedrusco? ¡Toma ya, Carta de Almohadas del Palace!)

Según se dice, años después, Jacob se llevó la piedra (NOTA: ¿Les he dicho que pesaba 150 kg?) hasta Egipto, donde se la regaló a su nieto Manasés (NOTA: La leyenda no dice la cara que se le quedó a Manasés pero, en todo caso, recuerden que NO existían aún los Reyes Magos). Durante el Éxodo, Moisés se la llevó a Canaán, donde fue usada para la Coronación de los Reyes de Judá; y allí permaneció hasta la invasión de Nabucodonosor y la caída de Jerusalén (586 B.C.). El profeta Jeremías huyó con la “portátil” piedra de 150 kg (NOTA: Quizás de ahí vengan las "Lamentaciones de Jeremías") y otros tesoros a Egipto. De allí volvió a salir, bien transportada por un general egipcio llamado Haythekes y su esposa Scota, la hija del faraón (NOTA: La coincidencia del nombre Scota con los Scotos hace que esta parte suene a trola aún más que lo demás); o por un griego llamado Miletus. Se cuenta que quien sea, Miletus o Haythekes/Scota, tuvieron que salir por patas de un Egipto en guerra civil (pero les dio tiempo a recoger su piedra (NOTA: 150 kg) y marcharon hacia Poniente, donde al final la Piedra acabó llegando a Irlanda.

Por cierto que algunas de las leyendas cuentan que hubo tiempo para recalar en Galicia, donde el portador del guijarro fundó Brigantium (la actual Coruña) sin necesidad del gigante Breogan, ni nada.

Prosigamos: la Leyenda de la Piedra de Scone la identifica con uno de los Cuatro Tesoros Mágicos de Irlanda, la Liath Fáil, una piedra que estaba en la Colina de Tara y que no tiene nada que ver con la de Scone.

Ya acabamos: la Piedra (siempre según lo que se cuenta) fue utilizada (¡cómo no!) en la coronación de los reyes de Irlanda durante mil años; hasta que, para evitar que cayese en manos de los vikingos, la facturaron para Escocia, donde Kenneth I la colocó bajo el Trono de Coronar (NOTA: para que no se olvidasen de ella cuando fueran a hacer rey a alguien, supongo).

¿Cómo funciona eso de la Piedra?

Bueno, pues a la Piedra también se le llama la “Piedra Parlante”, así que se pueden hacer una idea. Resulta que, tras una serie de ceremonias, el candidato a nuevo Rey se subía sobre la Piedra. Si ésta aceptaba al aspirante, prorrumpía en gritos de alegría. Si se callaba, había que buscar otro candidato (NOTA: Sí, sí, ríanse, pero he visto Sesiones de Investidura con más tongo).

Y ¿dónde está ahora?

Como hemos dicho, Eduardo I “Pataslargas” se la llevó a Inglaterra, donde fabricó un trono para alojar la Piedra (ver IMAGEN) en un estante bajo las reales posaderas.

Durante siglos estuvo en Westminster, pese a las distintas vicisitudes sufridas: cuando Escocia volvió a ser independiente, con Robert The Bruce, el Tratado de Northampton preveía la devolución del pedrusco a Escocia, cosa que no se pudo hacer por las movilizaciones populares que se oponían a su devolución; consideraban que “donde esté la piedra, está el verdadero Rey de Escocia”. También, en 1914, un grupo de sufragistas radicales colocó un artefacto explosivo cerca del Trono de Eduardo que causó daños materiales en el Trono, y hay quien asegura que partió la Piedra en dos, aunque otros dicen que tal fractura ocurrió en 1950.

Porque, en 1950, cuatro estudiantes escoceses pillaron la piedra, la echaron al maletero de un vehículo y se largaron hacia Escocia. Es de suponer que creían que iban a recibir mucho apoyo de la opinión pública; pero, cinco años tras el final de la guerra, la gente estaba para pocas bromas con lo que sonase a subversión contra el Reino Unido, y no les apoyó ni el popular Tato. La tuvieron que devolver.

Finalmente, en 1996, el gobierno de John Major, con un apoyo mayoritario de la opinión pública, decidió devolverla a Escocia. Custodiada por el Ejército, la Piedra de Scone fue trasladada al Castillo de Edimburgo, donde se unió al resto de joyas y reliquias de la corona escocesa.

Eso sí, en el pacto que se firmó en 1996 entre el gobierno del Reino Unido y las autoridades escocesas, figura la obligación de que la Piedra sea transportada a Londres cada vez que haya una nueva Coronación

… Así que ya saben. Cuando fallezca Isabel II y sea coronado su hijo Carlos (NOTA: o, al ritmo que llevamos, igual en 2045 se entroniza a su tataranieto) y nombren la Piedra de Scone, ya saben lo que es…

¿O quizá no? Si hay magufos que creen que el Hombre no llegó a la Luna ¿cómo no iban a surgir Teorías Conspiracionistas respecto a un pedrusco? Las hay para todos los gustos: que Eduardo I se llevó una piedra falsa, que en 1950 se devolvió otro pedrusco parecido… incluso hay quien cree que el verdadero "piedro parlante" sigue en las Colinas de Tara, en Irlanda, y que le colaron a Kenneth I una cosa que, encima, no se parece en nada.

Y es que empezamos por creer que un Patriarca pilla un “piedrolo” de 150 kg como almohada y luego ya nos cuelan todas…

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