La Columna de Vickie-¡OJALÁ!
¡Querido lector!:
Llega un momento en el que al mirar hacia atrás compruebas que ya has caminado (si la vida ha sido generosa y benévola contigo) un largo trecho de tu camino, y eres consciente por muy longeva que tengas la fortuna de ser, de que el trecho que te queda por andar ya será mucho más corto.
Y es cuando piensas: Ojalá sepa vivir lo que me queda por caminar. Sin perder el tiempo en comenzar a añorar ya, todo aquello que dejaré atrás cuando marche a ese desconocido lugar, al que como todos me veré obligada a marchar ¡Eso sí, deseando que mi marcha sea más tarde que pronto!
Me refiero a las cositas que de verdad me importan, a lo arraigado al alma. ¡Sí!, tú ya sabes, a eso de lo que duele alejarse:
El no volver a escuchar esas risas que te hacen agradecer cada día el haber tenido la fortuna de poder ser madre... ¡Eso duele!, mejor pienso en aprovechar cada segundo al lado de ellos ¡Eso haré!
El no saber que ocurrirán con todas las fotos que son testimonio de mi existencia, el no volver a utilizar mi taza preferida... ¡No, no, no!, ya sé lo que haré, saborearé deliciosos y aromáticos cafés en esa taza y con la preciosa cucharilla que siempre uso, recuerdo de mi querida madre, lo haré viendo esas fotos guardadas con cariño, recordando todo lo vivido, incluso reviviendo con las más antiguas las historias contadas por mis seres queridos. Estoy convencida de que perdurarán y seguirán contando la historia de nuestras vidas varias generaciones más.
El no volver a disfrutar de una buena lectura o no utilizar nunca más mi preciada pluma, crítica y apasionada, para escribe libremente expresando los sentimientos que me pellizcan el alma. Es por ello que aprovecho y disfruto cada segundo de lectura y de mi pasión por escribir con mi fiel y amada pluma, ¡Y cómo no!, lo hago en mi pequeño rincón, refugio de mi inspiración, aromatizado por inciensos y acompañada por el suave y reconfortante resplandor de una vela.
También pienso en mis bonitas plantas, en si las regarán y cuidarán...Pero, si yo no lo veré ¡Qué me importa! Por eso es ahora cuando me deleito con su aroma, hermosura y colorido.
En realidad, me embarga la felicidad de poder disfrutar del hermoso regalo que me ofrece la vida, el presente. Es por ello, que cuando me muerde con saña la añoranza de lo pasado, lo más que le llego a permitir, es la suave melancolía de recordar a los seres queridos que ya marcharon a ese desconocido lugar, pensando que tal vez sea verdad lo del volvernos a encontrar. ¡Ojalá así sea!
Porque como sabiamente dijo Deepak Chopra:
"El pasado es historia, el futuro un misterio, y este momento es un regalo. Es por eso que a este momento se le llama presente."
Victoria Cuesta Prieto