El conductor, tras consumir heroína, speed y setas alucinógenas, le robó el coche a punta de pistola a un grupo de monjas que transportaban jóvenes huérfanos y que quedaron traumatizados por la experiencia. Se llevó dos monjas como rehenes, a las cuales se puso a manosear inmediatamente al arrancar. Tras comenzar la huída, se saltó semáforos en rojo, stops y ceda el paso, provocando varios accidentes, algunos mortales, y atropellando entre medias a varios peatones, mascotas y palomas. El criminal a la fuga entró con el coche en una embajada, subiendo por las escaleras a gran velocidad y dando un tremendo salto en el aire, con tan mala suerte que cae sobre el embajador de Violentlandia, matándolo en el acto y provocando un conflicto diplomático que degenera en guerra nuclear total, aniquilando a toda la especie humana y resto de organismos vivos del planeta. Ahora damos paso a Marisa con el tiempo.