#19 No creo que nadie contara con que la ley terminase en manos de un psicópata.
En cualquier caso, los dos estados de alarma fueron un fraude de ley descarado. Lo podemos vestir como queramos para blanquear otro capítulo de la historia criminal del PSOE.
Por suerte los españoles no sabemos leer y nos quedamos en casa sin montar disturbios.
#20 Sánchez decretó un estado de alarma por ser la medida menos draconiana que podía usar, ya que no había una específica. La insistencia en su ilegalidad demuestra para qué poco sirven los abogados cuando hay que tomar decisiones. Los hay a patadas y no tienen otra que ocupar puestos en el Estado para reducir su eficiencia.
#22 Es un juicio de intenciones, no más, derivado de un simple sentimiento de odio.
Es gobierno actuó con el mejor encaje legal posible para restringir las libertades lo menos posible. La alternativa era el estado de excepción, como proponen los magistrados. Se había que limitarse a seguir las inexistentes leyes, entonces el resultado era no hacer nada. Fabulosa conclusión a la altura sólo de abogados.
#23 Con ese argumento justificamos que el Gobierno puede hacer lo que le dé la gana. Evidentemente, sólo se aplica si gobierna lo PSOE.
Hay una norma destinada a limitar la actuación del Estado incluso en circunstancias excepcionales, para proteger los derechos de los ciudadanos.
Si el Gobierno es incapaz de actuar sin violar los derechos fundamentales de los ciudadanos, pues sí: tiene que abstenerse de actuar. O dimitir y que pueda entrar alguien más capacitado.
Es normal que tengamos una democracia tan deficitaria cuando algo así se considera simplemente debatible.
En cualquier caso, los dos estados de alarma fueron un fraude de ley descarado. Lo podemos vestir como queramos para blanquear otro capítulo de la historia criminal del PSOE.
Por suerte los españoles no sabemos leer y nos quedamos en casa sin montar disturbios.
Y el Gobierno debe cumplir las leyes, es una idea loca que tenemos algunos.
Es gobierno actuó con el mejor encaje legal posible para restringir las libertades lo menos posible. La alternativa era el estado de excepción, como proponen los magistrados. Se había que limitarse a seguir las inexistentes leyes, entonces el resultado era no hacer nada. Fabulosa conclusión a la altura sólo de abogados.
Hay una norma destinada a limitar la actuación del Estado incluso en circunstancias excepcionales, para proteger los derechos de los ciudadanos.
Si el Gobierno es incapaz de actuar sin violar los derechos fundamentales de los ciudadanos, pues sí: tiene que abstenerse de actuar. O dimitir y que pueda entrar alguien más capacitado.
Es normal que tengamos una democracia tan deficitaria cuando algo así se considera simplemente debatible.
Lo de abstenerse de actuar porque la ley no contempla la situación es de aurora boreal, compañero.