El triste precio de la estupidez | Arturo Pérez-Reverte

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La derecha radical y arrogante cuajó por un motivo aterradoramente sencillo: la izquierda de nuevo cuño dejó de ocuparse de los trabajadores para abrazar e imponer la ideología ‘woke’ nacida en EEUU.

izquierda, woke, ultraderecha, hartazgo, populismo

comentarios (6)

#1 function

Grandioso artículo.

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#2 Henry

En su mundo de fantasía...

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#4 Tiburcio

#1 Completamente de acuerdo, es un fiel reflejo de cosas que han estado pasando estos ultimos años y que no podíamos explicarnos, quizas las sospechabamos, pero no podíamos imaginar tamaña organización para la manipulación, te recomiendo este video de Marc Vidal que va de lo mismo,
www.mediatize.info/tema/Geopolitica/escandalo-tras-cierre-usaid-golpe-

lo jodido es que mientras en USA la mierda esta ha saltado por los aires, en Europa parece que nuestros gobernantes se sienten muy a gusto con esta manipulación mediatica y aunque no van a gozar de los fondos que venían del otro lado del charco, no tienen intencion de desmontar este mierdolero, es su mierdolero, si son capaces de anular unas elecciones como las de Rumania, que no serán capaces de hacer? A estos dos mierdas que pululan por aquí les pagaría esta gente?

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#5 Igorymi

#1 coincido

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#3 monetizame
*

A ti te salió gratis, Arturito, ya naciste siendo estúpido

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#6 RussellLittle

Puedo estar de acuerdo con una parte amplia del artículo. No obstante, don Arturo es gato viejo y sabe para quién escribe.

Coincido con que en Podemos ha quedado lo más liviano intelectualmente, abrazado al feminismo mágico, además de, eso sí, librarse de un personaje como Errejón. Por el camino, sin embargo, se alejaron otros mucho mejores.

Echo de menos un análisis más profundo sobre la emergencia de esa izquierda estulte. Sin duda, su acción es, en parte, origen de esta reacción. Pero no seamos ingenuos. No es un movimiento social de gente normal y corriente que se ha hartado de que estos frikis quieran legislar el uso de la lengua española o ver en la tele obesas con el pelo tintado de morado. Echo en falta mejor argumentación sobre su afirmación de que la izquierda no quiera representar a los trabajadores. La hay y lo peor es que son los "sindicatos". Pero también hay una facción del gobierno que lleva años obligando a la otra, mayoritaria, a mejorar cosas, no tantas como quisiéramos. Hay que juzgarles por lo que han hecho.

Al propio don Arturo le colaron una pueril manipulación de unas declaraciones de Montero. Vomitó sus insultos habituales y luego, evidenciado que simplemente formaba parte del rebaño reaccionario, emitió una disculpa de dos frases.

Me da un poco de apuro que defienda a Ferreras, vamos con ello, o un tal Felipe, sin especificar. Quizás no ha escuchado los audios, no los quiere escuchar o los niega porque Ferreras es su amigo. Me pregunto cómo calificaría don Arturo a quienes protegen a canallas ignorando sus trapacerías. Él siempre ha odiado a ese tipo de gente.

El artículo, muy en la línea de esa tercera vía del ciudadano crítico que propone el autor, acaba contaminado por un odio personal reflejado, como el que los mencionados promueven contra él. Sin duda, le han leído, pero rara vez le han entendido.

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