#0 #10 #11 esos datos no son discutibles, pero es una tendencia histórica efecto del sexismo y de un sistema de producción inhumano. Y lo que discuto es que el “malestar de los hombres sea creciente”. Si es creciente es porque ahora están tomando conciencia de su miserable rol, de mulos de carga, que han tenido en la sociedad tradicional. Pero desde luego que ese sufrimiento ha sido mucho peor en cualquier otro momento de la historia. Hasta el siglo XIX era generalizado que los hombres llevaran encima una navaja de buen tamaño (o pistolas como hemos visto en tantos wésterns), y era muy normal que, bajo la influencia del alcohol, se armaran grescas en las tabernas con heridos y muertos. Los hombres eran también los que participaban en las reyertas entre pandillas, familias, mafias o sectas religiosas que resultaban aún más letales y generalizadas, y donde se utilizaban panoplias más contundentes. Para las clases altas más instruidas teníamos los duelos, hasta el siglo XX bastante normales y aceptados socialmente, aunque no fueran permitidos por las autoridades. Y por supuesto tenemos las guerras entre naciones, que eso lo sufrimos todes, pero es a los hombres a los que principalmente se les instruye en el uso de la violencia letal y son ellos los que siguen interviniendo masivamente en los campos de batalla y ahí quedan heridos o muertos. En todos estos fenómenos violentos los que participaban en su mayoría eran hombres, todos tienen que ver con su rol social, y gran parte con sus negocios o directamente forman parte de su trabajo. Que los hombres tengan ahora más problemas de salud derivados de esos trabajos no es creíble, en Ucrania, pues si, en países y grupos étnicos menos desarrollados, obviamente sigue persistiendo esa tendencia, pero va retrocediendo (aquí hay que ver el tocho de Pinker sobre la disminución de la violencia armada tanto entre naciones como dentro de sus sociedades). En las sociedades más ricas son sucesos todavía más raros. Otro punto es que al apropiarse las mujeres de parte del trabajo de los hombres, a la larga y contando con que los hombres tomen conciencia y espabilen, tendríamos menos hombres con complicaciones derivadas de esos trabajos, como los ucranianos que han puesto pies en polvorosa (o como lo han hecho las elites, más instruidas, y con más medios librándose del reclutamiento y de los trabajos más honerosos). A medio plazo si tendríamos a hombres depresivos o enloquecidos, incapaces de salir de su rol social tradicional y cumplir con las maravillosas espectativas de ser los mulos de carga de la familia o la carne de cañón. Pero si la incorporación de la mujer en la esfera pública se va equiparando, eso quiere decir que en el futuro los hombres tendrían menos problemas todavía. Se puede argumentar que los trabajos que se apropia la mujer pueden ser faenas duras, pero no tan peligrosas y violentas o que implican riesgos potencialmente graves para la salud. Pero si que pueden implicar problemas de salud físicos y mentales (mala organización de una empresa, jefe abusón, compañeros plastas, etc), efectos que se intentan mitigar consumiendo drogas. Ya solo eso explica por qué los hombres palmaban más y más pronto, no tanto porque acabaran en trabajos más violentos, que también, sino porque acaban en más trabajos, y con más carga de trabajo. Más trabajo, más problemas, más estrés, más consumo de tabaco y alcohol, y de ahí más enfermedades y muertes derivadas de esos consumos. Por lo tanto, al contrario de lo que dice el artículo son las mujeres, al incorporarse al mundo laboral y mantenerse en él durante más tiempo, las que deben ir sufriendo los problemas que han tenido hasta ahora los hombres: drogadicción (eso es así desde mediados del XX para las mujeres), y más problemas físicos y mentales derivados directa o indirectamente de un tipo de trabajo más competitivo, más acaparador y estresante.

#11 Habría que modificar las edades de jubilación porque jubilarte a los 70 para morir a los 80 no es lo mismo que a los 86. Hay un 33% de diferencia.