#11 También lo creo. La prohibición de la prostitución dificultará la vida a las que viven de ello y que seguirán haciéndolo. También aumentarán los casos de violación y de pederastia, por hombres sexualmente reprimidos, abocados a usar la violencia para satisfacer sus instintos biológicos.
La clandestinidad, por supuesto, hace posible que pasen ciertas cosas.
A las feministas les da igual.