El juez y escritor Joaquim Bosch ha señalado el uso de las redes sociales por parte de la ultraderecha para difundir desinformación con el objetivo de socavar derechos fundamentales y atacar los mecanismos electorales.
El peor bulo de la historia reciente de España fue atribuir a ETA la autoría del atentado. Este bulo instaló una narrativa de polarización extrema que persiste hasta hoy. «Un tercio de la población española sigue creyendo que ETA estuvo implicada en el 11M, y la mitad de los votantes del PP sostiene estas teorías. Se instaló una maquinaria de irradiación de odio que persiste hasta hoy. Esta estrategia de desinformación ha tenido consecuencias profundas, incluyendo la revictimización de los afectados.