#1 Exactamente la misma situación que venimos disfrutando desde hace cuarenta años con los nacionalismos periféricos.

A ver cuando nos damos cuenta que la "indivisibilidad de la nación española" no nos la podemos permitir... Como tampoco nos podemos permitir estos sindicatos amaestrados, ni una patronal untada, ni unos partidos políticos endogámicos y dependientes del estado, ni una cultura servil y subvencionada (desde el cine a los toros pasando por los espectáculos musicales), ni un deporte profesional comprado, ni una religión opulenta y pagada con dinero público...