#3 Da igual, el precio lo marca el comprador, en concreto, un comprador basta. ¿Lo vale? Para alguien, sí, eso es todo lo que se puede decir.
Imagina que la peseta de Franco del 1964 es un bien muy preciado por una persona, la cual está dispuesta a pagar 100 euros por cada una. Esta demanda se propaga y otros comienzan a comprar esas pesetas porque creen que valen algo. La creencia se extiende y todo el mundo termina pensando que sí, que esa moneda es valiosa. ¿Por qué? Porque hay quien le otorga valor, da igual el motivo o el valor intrínseco. Lo mismo pasa con el dinero, sólo vale porque el Estado te obliga a usarlo y todos le damos valor, no por otra cosa.
#5 Pero, ¿qué es sobrevalorar y qué no lo es? A fin de cuentas el valor es el que uno quiera darle. Para mí un cuadro que no me dice nada, pues no me dice nada, por tanto, no tiene valor. Punto. Una misma cosa puede tener un gran valor o puede no tener ninguno, todo depende de a quién le preguntes.
#6 El problema radica en el arte moderno, ya que no todo el mundo está capacitado para entenderlo por no ser figurativo o representativo de escenas reconocibles, y es ahí donde un mal artista se puede venir arriba y engañar a una audiencia que se cree que está ante una obra maestra aunque no la entienda, tan solo porque el artista se lo dice (o busca formas de promocionarse como ponerse de acuerdo con críticos susceptibles de inventarse cosas por dinero).
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Imagina que la peseta de Franco del 1964 es un bien muy preciado por una persona, la cual está dispuesta a pagar 100 euros por cada una. Esta demanda se propaga y otros comienzan a comprar esas pesetas porque creen que valen algo. La creencia se extiende y todo el mundo termina pensando que sí, que esa moneda es valiosa. ¿Por qué? Porque hay quien le otorga valor, da igual el motivo o el valor intrínseco. Lo mismo pasa con el dinero, sólo vale porque el Estado te obliga a usarlo y todos le damos valor, no por otra cosa.
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