Matando por deporte
Y cuando los disparos dependen de la tolerancia de la costumbre tanto como de la frialdad con la que deben llevarse a cabo, puede ser ilógico perdonar a un hombre por disparar a un faisán y a la vez detestarlo por tirotear a una gaviota; pero el hecho es que sencilla y llanamente uno siente que un hombre que pega un tiro a una gaviota es un canalla, y muy pronto se lo hacemos sentir si lo intenta a bordo de un barco de pasajeros, mientras que el cazador emboscado no despierta tal repulsión. Y debe disparar con habilidad para que sea "juego limpio", de ese modo se disfruta de la…