entrar registro

Simone de Beauvoir, Plácido Domingo, y los jugadores de La Arandina

4467 visitas
|
votos: 9 · 4
|
karma: 98
|

Simone de Beauvoir (1908-1986) es una escritora (y filósofo) icono de la izquierda progresista y las feministas radicales, por su defensa de la igualdad de las mujeres, de la despenalización del aborto y de la rebaja de la edad penal.1

Fue pareja de Jean Paul Sartre (1905-1980), también filósofo e icono progresista. Estableció con él un pacto de “amor esencial” por el que ambos podían mantener relaciones con otras personas, siempre que fueran sinceros el uno con el otro. Pero este pacto y, en general, su relación, estuvieron completamente dominados por Sartre, ya que Beauvoir estaba subyugada por “su hombre”.

Volvamos a Simone: a partir de 1929, consiguió puestos de profesora en varios institutos franceses, donde mantuvo relaciones sexuales con algunas de sus alumnas adolescentes, como Olga Kosakiewitcz (también incluyeron a su hermana Wanda entre lo que llamaron "La Familia”, un círculo de relaciones eróticas de Sartre y Beauvoir con adolescentes), Bianca Bienenfeld, o Natalie Sorokin.2

Estas relaciones no fueron las únicas, ni mucho menos: sólo las más famosas.3

Bianca, tras la publicación de la correspondencia Sartre-Beauvoir, descubrió la bajeza moral del dúo y cómo se reían de ella y despreciaban sus "efusiones de afecto", en palabras de Beauvoir. Escribió “Un amorío desgraciado”; es un libro de una mujer despechada, cierto, pero… sigamos.

Olga y su hermana Wanda también fueron incluidas en los manejos de Sartre y Beauvoir. Cuando la primera vio que ambos amantes se dedicaban más a Bianca, se intentó autolesionar. Beauvoir y Sartre la abandonaron dada "su frágil salud mental", sin mostrar compasión ni empatía.

Y llegamos a Natalie Sorokin. Nacida en 1926 (no en 1921 como indica la Wiki inglesa), tenía 17 años de edad cuando su madre puso una demanda contra Beauvoir por corrupción de menores. Beauvoir perdió su trabajo y se le prohibió enseñar en Francia. Más adelante, Natalie declaró, con elegancia, que “su relación llegó a su fin cuando comprendió que había servido solo a una de las partes". Vamos, que había sido manipulada por todo lo alto.

El caso es que, tras la derrota alemana, fueron anuladas las condenas de la Ocupación, incluida la de Beauvoir.5

Dediquemos un momento a la actitud de ambos iconos de la izquierda durante la Ocupación.

Sartre fue movilizado ¡como meteorólogo!, capturado tras el desastre de 1940 y pasó nueve meses en un campo de prisioneros.6 Luego fue liberado y recuperó su puesto de profesor. Según sus biógrafos progresistas, se involucró en un grupo de resistencia llamado “Socialismo y Libertad”, que no hizo otra cosa que reunirse unas pocas veces y hablar de atentar contra colaboracionistas. No hicieron nada, y se disolvieron en unos meses.

Sartre buscó su traslado a París, donde ocupó (en el Liceo Condorcet) el puesto de un judío expulsado por el Gobierno de Vichy. Desde allí, reunido con Beauvoir, se dedicó a esperar acontecimientos.

De hecho, mientras algunos intelectuales de izquierda franceses se jugaron la vida contra la Ocupación (Albert Camus fue un ejemplo) Sartre y Beauvoir se dedicaron a dar clases y hablar mal de Pierre Laval (Primer Ministro del Gobierno de Vichy, fusilado tras la guerra) en privado, y nada más.

¿Recuerdan a Bianca Bienenfeld? Pues era de origen judío, su abuelo y tía ya habían sido deportadas a campos de concentración, y estaba angustiada por su futuro. Contactó con Beauvoir, que no le hizo ni puto caso.7

Finalmente, quien se molestó en salvar a Bianca y su familia fue un exalumno de Sartre, Bernard Lamblin, que se casó con ella. La feminista no movió ni un dedo.

Otro punto polémico en la biografía de Sartre y Beauvoir es la firma -con otros intelectuales- de un manifiesto para la derogación de ciertos artículos de la "Ley del Consentimiento" vigente entonces en Francia, y que fijaba en 15 años la edad mínima para relaciones sexuales, y la liberación de tres hombres acusados de mantener relaciones con adolescentes de 13-14 años, que declararon haber consentido.

Cambiando al caso de Plácido Domingo: ¿por qué las feministas y medios de comunicación afines lanzan la “Caza de Brujas” acusándole de abusos no probados, y basándose casi siempre en la “superioridad” del tenor Domingo, mientras pasan por alto los abusos sexuales de Beauvoir contra adolescentes de 15-17 años que eran sus alumnas?8

¿No parece hipócrita que se aplauda a Beauvoir por defender las relaciones sexuales contra adolescentes de 13-14 años, porque declaran que consintieron, mientras se pide 40 años de cárcel para cada jugador de la Arandina, porque se acostaron con una tía a la que le faltaban unos meses para llegar a los 16, pero que se ha comprobado que les provocó, acosó y agobió?

Noticia antigua, datos de votos archivados

suscripciones por RSS
ayuda
+mediatize
estadísticas
mediatize
mediatize