La República de la Piruleta necesita un martir
Pues sí, amigüitos. Acabo de ser señalado como persona non grata. Y todo por recordar amablemente a los indepes que unos señores profesionales con bastante mala leche y entrenados para no tener amigos, ni para buscar complicidades, vienen a velar por el orden constitucional y que por favor que procuren no hacer nada inconveniente que los quiero sanos y salvos.
Veamos, os pongo en contexto por si habéis estado aislados en un bunker los últimos meses: un parlamento regional se le ha subido a la cabeza el mandato divino y se pasa por el arco del triunfo la constitución, que no olvidemos que entre otras cosas prohibe la pena de muerte, vela por los derechos de las minorias, y ¡qué cosas! Sirve para un roto y un descosido. Cierto es que la constitución del 78 se aplica y se interpreta al gusto del legislativo, pero al menos nadie puede meterte un juicio sumarísimo por razones de sexo, religión, estatus social y tal. Sí, que sí, que siempre hubo justicia para ricos y para pobres, pero estos iluminados estelada en ristre llevan manipulando a la gente de manera vergonzosa desde hace unos años, llegando durante los últimos meses a niveles de burda propaganda para conversos, equiparables en su mensaje sectario e incendiario a la COPE y 13TV. El clero, ya ha tomado partida a favor de la REBOLUSION, los enanos mentales de ERC están llamando a las barricadas a los suyos y fascistas opresores a los que no comulgan. Los de la CUP no sé, porque no creo que ninguno me dirija ya la palabra a estas alturas.
Quedan 2 dias para que la lien. Y como las piedras rodando ladera abajo, desencadenando una avalancha que nadie sabe como va a parar, tenemos sentado encima de ella a unos arribistas que tienen "potestad" de facto para pegarme un tiro si lo deciden por ley exprés, y a 10000 policias que vienen, alegre muchachada, equipada con todo el material antidisturbios posible y listos para repartir hostias como panes de kilo.
Lo único que deseo es que no pase nada, y pasará. Porque lo están deseando unos por mucho que los otros hagan su trabajo de intentar mantener la calma. El odio, la visceralidad de este país de moros últimamente me tiene bastante inquieto. El tono del discurso ha pasado de ser una gris sucesión de desatinos y dislates, de reproches agrios y desencuentros dignos del duo Pimpinela, a convertirse en el olimpo de los orates, el páramo moral donde indigentes intelectuales esparcen discursos vacíos y las ideas prefabricadas y repetitivas se venden como pollo frito del KFC. Si no fuera porque ya he vivido esto en los procesos de evaluación de la cárnica IT que me paga, hasta me sorprendería, porque ya se sabe a donde llevan: a la política del palo y la zanahoria donde al final ellos ganan y yo pierdo; por lo que decido no jugar. Así me va.
El problema de la república de la piruleta es que para llegar al climax, el paroxismo de la más cerril de las esperanzas independentistas, para mantener vivo y jaleado al personal le falta sangre fresca. Yo os acuso, malditos provocadores escondidos tras vuestros carísimos trajes, escudados en vuestros escritorios de nogal y caoba, protegidos por enormes guardaespaldas, respaldados por una Iglesia tan cómplice como corrupta, de querer sangre, y os acusaré de tener las manos manchadas de sangre. Y sí, escurrireis el bulto "es por la patriaaa" "es nuestro futuuurooo". Y una mierda, que nos conocemos: es por vuestra posicion comodísima, por vuestro futuro sueldo vitalicio, por el carguito en alguna fundación. Y los muertos, de otro, que a los mios los saco del país pero ya.
Queridos indepes, yo ya sé que los GRS y los GEO, y todos los policias nacionales y guardias civiles tienen pocas ganas de que se líe. Emocionalmente esto es desgastante. Pensad en la brecha que vais a abrir en esta tierra entre vosotros y el resto del universo. Bueno, no penseis, tampoco vais a leer esto. Ni os importa un carajo nada que no sea poner un monumento a los caídos para justificar vuestra miseria moral y vuestra falta de valores, y vuestra desmedida ambición en perjuicio de todos.
Besis.
