París 2024: crónica de un viaje a una ciudad en decadencia (Parte 1)

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No sé cuáles son los planes del gobierno municipal de París para los JJ.OO., pero la ciudad está muy lejos de los estándares de ciudades chinas (y me arriesgo a decir que de muchas ciudades asiáticas).

parís, decadencia, desigualdad social, racismo

comentarios (6)

#1 AshMostaza

Los planes?, que sobrevivan el mayor numero de turistas posible sin que la poblacion "autoctona" "mora", no la desvalije $\w/$ o pinche.

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#2 function

Europa no es lo que era, pero lo mejor/peor es que aún no es en lo que la quieren convertir a marchas forzadas.

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#5 Juan_Nervion

Menuda convención de ladrones y criminales sería eso. Te roban en la puerta del avión.

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#6 AshMostaza

#5 Que mejor servicio para el criminal.

#2 No creo que llegue a tanto, antes se liara muy gorda y esa gente, solo será un mal recuerdo. Ya esta la gente despertando.

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#3 AynRand

Macron prometió a los franceses la liberalización económica como solución y, hoy en día, se ven los resultados: la pobreza y la desigualdad están en alza.

Europa (occidente) está en decadencia debido al "liberalismo" (que no lo es, es solo para lo que quieren ellos) económico.

Lo interesante es que lo compara con ciudades chinas. La gente sigue sin entender cómo es China y aún se creen que vivir en "occidente" es lo mejor del mundo. Hay que abrir los ojos para ver otras realidades y no dejarse convencer por el engaño de los medios del sistema.

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#4 AynRand

Al final, me pregunté si no había exagerado y París no era tan peligroso. Mi última cena en la ciudad fue en el McDonald's del aeropuerto (sí, triste final, pero cuando a mi madre le duele la espalda, se sienta en el lugar más próximo que encuentre y el resto acata). De repente, un turista de algún lugar de Asia del Sur le empezó a reclamar a una señora mayor (y blanca) que le devolviera su cargador.

En el altercado intervinieron los trabajadores y la señora se fue diciendo que era culpa del McDonald's "por poner tantos árabes", y que ella se llevaba lo que encontraba. Ahí nos percatamos de que no era una señora que iba a viajar, sino que andaba por el aeropuerto empujando el carrito y robando todo lo que podía. No alcancé a ver si le devolvió el cargador, pero sí vi la cara de desagrado del trabajador del McDonald's, una persona negra, frente a los insultos racistas. Me quedé con la certeza de que no había exagerado. Lo que vi no fue un caso aislado sino la expresión de una ciudad en decadencia y profundamente racista.

Sin comentarios.

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