Mátalos a todos

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“Ve ahora, y ataca a los amalecitas, y destruye por completo todo lo que tienen; no te apiades de ellos. Mátalos a todos, tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho, a vacas como a ovejas, a camellos como a asnos”. Dios, Primer Libro de Samuel (ca. 630 - 540 a. C.)

religión, cristianismo, judaísmo, dios

comentarios (11)

#4 Injustice_Marvin
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Nunca habéis tenido nunca un mal día? Cuanto lleva dios al pie del cañón? Habría que veros a todos los que criticáis.

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#1 BLUESS

Los creyentes son así, lo hay majos también.

3 k 80
#6 Injustice_Marvin

#5 Crear a los humanos es asegurarte muchos malos días.

3 k 77
#8 inconformistadesdeel67

#6 Sí, eso sin dudarlo. El diablo debe ser mucho más feliz que dios.

2 k 57
#9 function

#4 ¿No puede cogerse vacaciones?

2 k 57
#7 Juan_Nervion

#3 Efectivamente, nada más peligroso que un rogelio de pandereta siguiendo doctrinas estalinistas o castristas.

2 k 49
#3 juanda

#2 Yo diría más bien a quién le caiga, que te caiga Mein kampf en las manos no te convierte en nazi si has tenido un poco de educación crítica hasta te sirven para saber cómo luchar contra las ideologías externas.

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#5 inconformistadesdeel67

#4 Ya, pero es imposible que un ser omnipotente tenga un mal día, así que eso es pura maldad.

1 k 40
#11 squanchy

Los libros santos,escritos hace siglos cuando la gente estaba asalvajada, dictan normas igual de salvajes. El problema es que hay imbéciles que se lo toman al pie de la letra, porque es la palabra divina dictada por el mismísimo diosito. Para mí todos los fundamentalistas religiosos son lo mismo: retrasados mentales.

1 k 40
#2 Juan_Nervion

No se sabe cuál es más violenta, si la Biblia o el Coran, depende de la versión que te caiga en las manos.

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#10 Roboto7826
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Texto completo:
bibliaparalela.com/lbla/1_samuel/15.htm

Por lo visto Samuel no se había tomado el café de la mañana y le dijo a Saúl que los matara a todos. Pero Saúl, que ya lo conocía, pensó "seguro que no se ha tomado el café de la mañana". Y lo desobedeció.

Y luego se fumaron un par de petas y siguieron narrando sus historias delirantes.

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