Katie le dijo a su padre que iba a vacunarse contra la COVID-19. Sería su última conversación. | Daily Mail Online [ENG]
La devastada familia de una joven actriz sana y en forma que murió quince días después de recibir una vacuna contra la COVID-19 ha denunciado la cruel "indiferencia" de la sociedad y el gobierno ante su muerte. Katie Lees, de 34 años, tomó la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca en julio de 2021, impulsada por su deseo de "aportar su granito de arena" para ayudar a poner fin al confinamiento.
Pero sólo 13 días después, su familia se vio obligada a tomar la desgarradora decisión de desconectarla del soporte vital. Lees, actriz y humorista que vivía en el centro-oeste de Sídney, había sufrido un grave coágulo de sangre en el cerebro inducido por la vacuna.
"La última vez que hablé con ella fue el 22 de julio por la mañana y me dijo: 'Esta tarde me toca AstraZeneca'. Me dijo lo orgullosa que estaba de haberlo hecho", declaró Ian, el padre de Katie, a news.com.au. "Fue la última vez que hablé con ella. En realidad estaba siguiendo el consejo del gobierno, intentando hacer lo correcto por el bien de la comunidad".
Lees, de 66 años, dijo que lo más duro de la muerte de su hija fue que la gente no creía que la vacuna la hubiera matado y recibió la noticia con "silencio, burla, descrédito e incredulidad". "Decíamos a la gente que nuestra hija había muerto por la vacuna de AstraZeneca y nos decían: '¿En serio? ¿Cómo lo sabes?'", dijo.
