HUMOR: La Especialidad del Futuro en Sanidad... y otros empleos
Seguro que los empleados en Sanidad (médicos, enfermeras, auxiliares, celadores) saben ya quiénes son los Poyaques.
Puede que los empleados de cara al público en Seguridad Social, Ayuntamientos, Hacienda, sucursales de bancos (si queda alguna) y demás gente donde la gente acuda con Cita Previa conozcan a este subgrupo del Homo Sapiens Sapiens que podríamos llamar Homo Sapiens Sapiens Poyaquensis.
Su antigüedad es imprecisa, pero se conoce -por registros sumerios, egipcios y de la civilización china y del Valle del Indo- que ya existían, al menos, desde que el ser humano (no voy a decir hombre, que me crujen) adquirió la habilidad de escribir... y la mayor habilidad aún de que otros, peor pagados, escribieran por él, y llevaran sus agendas de citas y sus registros.
Ya se conocen por entonces los registros de ciudadanos o súbditos que, tras ser recibidos por los magnánimos reyes o gobernadores, tras haber expuesto su solicitud o su queja, tomaban aliento, miraban al suelo, y seguían: "Si vuestra Majestad lo permite, poyaque estoy aquí..."
¡Oh, momento formidable de la Historia, que permite recoger el nacimiento de un nuevo grupo humano: los poyaques!
Los Antropólogos reconocen que sus inicios debieron ser penosos; pues, dependiendo del humor del Rey - Gobernador, de si su esposa o concubina le había dado placer o calabazas, y según el resultado de su equipo favorito de Garroteball, la mortalidad de los poyaques debió ser elevada, o muy elevada.
Sin embargo -puesto que este subgrupo no se extinguió- siguiendo a Darwin, hemos de sospechar que su alta tasa de mortalidad no desalentaba a los concursantes, y al mismo tiempo que sus depredadores naturales eran menos exitosos: gente como los pordioseros, o los leprosos y escrofulosos, eran más guarros y, por lo tanto, más apaleados y eliminados; por lo tanto, con los siglos los poyaques fueron sobreviviendo e, incluso, predominando sobre los gorrones y pedigüeños de baja estofa.
Pero no fue hasta la Revolución Francesa (con la idea hereje de que todos los ciudadanos, hasta los más pesados, tienen los mismos derechos); y, sobre todo, con la llegada del Estado Liberal-Socialdemócrata, con la inicua ocurrencia de que "El Estado se debe a los ciudadanos" y, lo que es peor, la conjunción de la idea socialdemócrata de que "el ciudadano no es usuario, es cliente" con la idea capitalista de "el cliente tiene razón", que llegó el reconocimiento del poyaque como ciudadano de plenos derechos.
Desde que comenzó la Pandemia COVID-2019, al tiempo que hemos observado la disminución de la población de otros grupos humanos (ejemplo, yayos) hemos visto cómo el grupo de los poyaques aumenta vertiginosamente. Las restricciones de las visitas presenciales, con el aumento de las consultas telefónicas (en Sanidad, Bancos, Hacienda, etc) han hecho que el grupo de los poyaques progresen hasta llegar al casi 80 % de los que logran una consulta presencial ("poyaque estoy aquí, la abuela...") y, además de en cantidad, aumenten en fiereza y agresividad (los poyaques han pasado, de una media de 1'2 poyacadas por cita, a 3'4 poyacadas... y hacia el infinito.
Su actividad no parece haber influido sobre servicios como las sucursales de Bancos (si es que queda alguna) u otras empresas privadas (telefonía, eléctricas, etc) pero los servicios públicos (Hacienda o, sobre todo, Sanidad) se ven obligados a desarrollar ingeniosas y ocurrentes ideas para combatir la plaga de poyaques.
Así, en Sanidad, donde ya se utilizaban unas "Consultas de Rebosamiento" -que atendían por turno los profesionales del Centro de Atención Primaria o Especialidades- para asistir a quienes venían sin cita o sobrepasaban el número de citas de un profesional, se empieza ya a hablar de "Consultas de Poyaques" para derivar a quienes hagan una, o varias, poyacadas.
Es posible que la idea sea aceptada por trabajadores de otras Agencias Estatales, o incluso por empresas privadas.
Si las cosas siguen por este rumbo, no es descartable que dentro de la Sanidad se creen Unidades de Poyacología; y que, con el tiempo, se cree la Especialidad de Poyacología, con su correspondiente período de Formación MIR.
Y, dada la transversalidad de la actividad de Poyacología... ¿por qué no pensar en una Facultad, una Universidad, con Másteres y Doctorados... unos Estudios de Poyacología?
Más raros son los Estudios de Género, y miren dónde han llegado...
Señora, si su hijo no sabe qué estudiar, piense en la Poyacología: la especialidad del futuro.