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La fábula que Putin debió recordar antes de invadir Ucrania

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Viento y Sol observaban a un hombre que caminaba por el campo. Viento le dijo a Sol "te propongo un desafío: a ver quién de los dos logra quitarle antes la capa". Sol aceptó el desafío y entonces Viento desató un fuerte vendaval para que al hombre se le volase la capa. Pero el hombre se la agarraba con más fuerza cuanto más arreciaba el viento, y al asirse tan decididamente a la capa no había forma de quitársela por mucho que el huracán aumentase. Viento acabó exhausto y se rindió. Entonces Sol proyectó sus rayos sobre el hombre para que entrase en calor. Al rato, el hombre comenzó a sudar y se quitó la capa voluntariamente.

He recordado esta fábula tras leer la noticia sobre la decisión de Finlandia de entrar en la OTAN. Putin debió pensar en ella antes de lanzar su invasión sobre Ucrania. No sólo está perdiendo en el campo de batalla, sino que con sus amenazas y su brutalidad han logrado que unos cuantos países verdaderamente neutrales y de enorme valor estratégico se inclinen del lado de la OTAN. Y Putin no puede hacer nada para evitar su entrada. No puede invadir más naciones cuando su ejército está empantanado y desangrándose en Ucrania. No puede usar armas nucleares porque sabe que implican morir matando, y a diferencia de lo que muchos piensan Putin no está loco. Es un criminal sin escrúpulos, pero muy astuto y consciente de que si lanza una bomba atómica está muerto, y por eso nunca se atrevería a usarlas a no ser que un ejército extranjero invadiese Rusia y le cercase en el Kremlin.

En una muestra de cinismo sin límites, anteayer China decía que no se promueve la paz mandando armas a Ucrania. Obviaba la atroz dictadura china que Rusia no ha detenido sus operaciones militares durante las "negociaciones", y que durante cada reunión su ejército intentaba tomar el máximo territorio ucraniano mientras bombardeaba sin piedad ciudades enteras. Así es como no se promueve la paz, y de no ser por esas armas que estamos enviando a Ucrania, Putin ya se habría quedado con todo el país e impuesto en él la paz de los cementerios.
Desde el primer día dije que Ucrania ganará esta guerra y que las armas occidentales son clave para ello. Igual que Vietman ganó a EEUU o Afganistán ganó a la URSS. Un pueblo unido pero mal armado puede hacer mucho daño a un ejército superpotente. Un pueblo unido y bien armado derrotará a ese ejército. Por eso cuando me repetían el mantra de "las armas sólo servirán para prolongar la guerra dos semanas" yo repetía "las armas servirán para prolongar la guerra todo el tiempo que sea preciso hasta que Putin se dé cuenta de que no puede ganarla y se marche con el rabo entre las piernas".

Si Putin quería a Ucrania debió empezar por limpiar su casa y volverla atractiva para seducir a los ucranianos. Pero una Rusia gobernada por un tirano de ultraderecha, sin libertad de prensa, con una persecución salvaje contra la disidencia política, con una negación continua de los derechos civiles y una persecución infame a los homosexuales, con un nivel de corrupción extremo y a todos los niveles, con una pobreza descomunal que afecta a decenas de millones de rusos, con unos oligarcas gastándose en grifos de oro para su última mansión lo que millones de rusos emplean para comer durante un año...no es nada atractiva para nadie. Y lo más estúpido que puedes hacer es intentar obligar por la fuerza a una nación soberana a ser satélite de ese régimen abyecto, máxime cuando esa nación tiene el apoyo militar de países que le darán lo necesario para defenderse.

Putin está empleando en Ucrania la misma táctica que en Chechenia o Siria. Bombardear de forma masiva las ciudades enemigas para, masacrando a decenas de miles de civiles, provocar su rendición o dejarlas lo bastante destrozadas como para que su infantería pueda tomarlas con pocas bajas. Pero no contaba con las armas occidentales que ni chechenos ni sirios tuvieron. Con los misiles antitanque y antiaereos que les damos, los ucranianos organizan pequeñas unidades que son capaces de infiltrarse en las líneas rusas y hacer auténticos destrozos. No es como en Alepo, donde colocaban camiones lanzadores de cohetes grad en una montaña y se tiraban días machacando la ciudad impunemente. Aquí los ucranianos son capaces de destruir esos camiones con las armas que les proporcionamos.

Por eso debemos seguir armándoles cada vez con mayores y mejores suministros, porque su heroísmo les hace dignos del máximo apoyo y porque ellos guardan las fronteras de Europa frente al despotismo putinista. Muchas veces cuando digo estas cosas me hablan del multilateralismo y de que debemos asumir que Rusia o China tienen derecho a expandirse y tener un papel principal en el mundo. Yo siempre respondo, primeramente, que la invasión de naciones soberanas para derrocar a sus gobiernos democráticos es una línea roja que obliga a la comunidad internacional a parar los pies del modo que sea preciso al criminal que las promueve. Y en segundo lugar, también digo que cualquier demócrata debe hacer todo lo posible para que las dictaduras tengan el menor peso posible en el mundo, entre otras cosas porque me molestaría de forma superlativa que España fuese una colonia rusa con Abascal como reyezuelo de Putin.

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