"La violencia incita a más violencia. Cuando los poderosos usan su posición para abusar de otros, todos perdemos [...]
Meryl Streep no criticó los 30.000 soldados que Obama envió a Afganistán, tampoco los 506 ataques con drones en Yemen, Pakistán y Somalia, ni los 400 inocentes asesinados.
Meryl Streep no se opuso públicamente a la destrucción del país más próspero de África como era Libia, para convertirlo en un páramo desértico controlado por Al Qaeda.
Meryl Streep no se opuso a la entrega de armas a los “rebeldes moderados” que rebanan cuellos y degüellan a niños de doce años en Siria.
Meryl Streep tampoco dijo con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, nada acerca del apoyo del gobierno de Obama a los nazis que dieron un golpe de estado en Ucrania, y quemaron vivos a los sindicalistas de Odesa.
Meryl Streep tampoco pensaba en las 26.171 bombas lanzadas sólo en 2016 por la administración Obama en Siria, Irak, Afganistán, Libia, Yemen, Somalia y Pakistán, cuando apoyaba a Clinton y se fotografiaba amistosamente con Obama".