Es la retórica que se ha impuesto desde el gobierno y así eludir sus responsabilidades, pero Casado no ha hecho ni mucho menos nada que se parezca a traición.
Casado se ha reunido con un ministro marroquí y a lo único a lo que se comprometió fue a llevar al congreso la pregunta sobre esa persona que estaba causando una crisis diplomática. Un movimiento torpe para alguien que aspira a ser presidente en el futuro y recibir esa misma pregunta de quien esté en la oposición, pero para nada una traición ni nada similar.