La adolescencia de la Humanidad
Siempre me ha gustado identificar la evolución de la Humanidad con la evolución de un ser humano cualquiera. Una etapa de infancia en la que entiende poco y es guiado mediante cuentos, mitos y códigos de conducta tremendamente simplificados y basados en la lógica premio-castigo. Una etapa de adolescencia en la que empieza a entender lo que le rodea y ser consciente de su potencial, pero si no sabe dominar sus impulsos puede acabar muriendo prematuramente. Una etapa de madurez en la que puede vivir con plenitud gracias a lo que ha creado mediante su inteligencia y su fuerza de voluntad. Y finalmente la muerte, que debería venirle con la del propio planeta que habita. Ahora mismo la Humanidad vive una convulsa adolescencia.
Siempre he despreciado profundamente las tradiciones que se sustentan en su propia existencia. Cualquier conducta debe examinarse bajo los parámetros de su justicia, su racionalidad y su utilidad. Hacer algo porque los de antes lo hacían, sin cuestionarnos si estábamos o no equivocados, es garantía de anquilosamiento social y muerte del progreso. Los gladiadores eran tradición, los sacrificios humanos eran tradición, las lapidaciones eran tradición y mil atrocidades más se han ido arrastrando siglo tras siglo con el argumento de que "esto siempre ha sido así", obviando que 1000 años no son nada en la inmensidad del tiempo, y tampoco del tiempo durante el que la Humanidad seguirá existiendo.
En las sociedades actuales, poco a poco, van muriendo los viejos mitos que servían como bases del control social y el dominio de las élites a costa del sufrimiento de las mayorías. Dios quiere que obedezcas, que te sometas, que malogres tu vida manteniendo un matrimonio muerto, que beses los pies a un sátrapa infame o a un débil mental nacido en cierta familia, que niegues tu identidad...y sin duda la muerte de esos mitos es una liberación, pero no pueden sustituirse por otros igualmente nocivos para la felicidad y la realización del ser humano. Si no tienes este cuerpo, este coche, esta casa, este trabajo, si no te sometes a estos cánones de conducta...no eres nada, no formas parte del rebaño, eres un fracasado. Reglas para mantener esclavos, igual que los viejos catecismos, e igual que el "si no haces esto todos los niños se reirán de ti" que se suele decir a los peques para que obedezcan.
La madurez del ser humano y de la Humanidad pasa por la destrucción de los rebaños y el nacimiento de la cooperación entre los individuos libres. Transmitir al niño desde que tiene uso de razón que nadie debe decirle lo que le ha de gustar, lo que debe preferir o a dónde debe guiar sus pasos. Y estimular su mente y su espíritu crítico para que lo descubra por sí mismo. Y enseñarle que, siendo radicalmente libres y únicos, teniendo cada cual su propio camino, debemos vivir nuestra vida sin dejarnos condicionar en nuestras elecciones por lo que los demás piensen. Eso sí, las premisas materiales para que podamos tener una vida plena (servicios públicos, sanidad, educación, pensiones...) requieren un trabajo colectivo muy potente y continuo. Y por eso los individuos libres debemos cooperar para construir colectivamente esos pilares que garanticen nuestro derecho a una vida plena y feliz, pero alcanzando el nivel de desarrollo intelectual y moral suficiente como para considerar absolutamente irrelevante el que quien trabaja a nuestro lado prefiera el fútbol a la ópera, sea homosexual o heterosexual, ateo o creyente, blanco o negro, gordo o flaco, sociable o solitario, pues en todos los casos tiene idéntica dignidad como ser humano e idéntico valor como persona.
Hace unos siglos mucha gente se suicidaba por ser homosexual, vivir atrapada en un matrimonio infernal, ser rechazada por todos simplemente a causa de su forma de ser...y a día de hoy mucha gente, sobre todo jóvenes, sigue haciéndolo por no encajar en los nuevos cánones establecidos para controlar a los esclavos modernos. Aunque parece difícil, ojalá la Humanidad pase lo antes posible de la adolescencia a la madurez y esto no vuelva a suceder. Y mientras tanto, ojalá el mayor número de personas posible aprenda a ser libre y quererse en un contexto hostil donde los cerebros lavados son demasiados.