20 años en pelotas: El Fonoll, el pueblo desnudo donde la vida parece un reality show
“En mi familia omos todos naturistas y yo tuve claro que ese era el espacio ideal paa montar un pueblo de esas características. Pero ay... Cuando presenté el proyecto en la Generalitat me recomendaron que quitase en todos lados la palabra naturista si quería que la cosa me fuese bien. Yo no hice caso, y al poco me llegó todo denegado”.
Con el Ayuntamiento de Passanant todavía le fue peor. “Enseguida tuvimos problemas con el alcalde y con el cura”, cuenta Emili. Con el alcalde porque no contestó a la documentación que le fuimos presentando. Yo interpreté silencio administrativo a los tres meses y empecé la obra. Cuando él supo que ya la había empezado, se presentó allí para pedirme una mordida de 5 millones de pesetas. Como no se la di, me mandó a la Guardia Civil y se llevaron prácticamente todo el material que teníamos”.
El cura también fue enemigo del proyecto desde el minuto 1: “Me decía que apoyaba mi idea de resucitar el pueblo... si era para que pudiese venir todo el mundo, no solamente los nudistas. Entra dentro de la normalidad que un cura piense así. Pero es que mientras me decía aquello, aquel tío no dejaba de mirarme el pene”, recuerda. Emili hizo caso omiso de las advertencias del sacerdote. Así, cuando el cura se enteró de que en la obra había un albañil que ya se había jubilado, dio el chivatazo a inspección de trabajo. Ese hombre no pudo trabajar más y la obra se retrasó.